Los Angeles Times

DE ÍDOLO A FANÁTICO DEL CANELO

- Por Jad El Reda

Tímidament­e, un joven pelirrojo con una mochila al hombro llena de sueños, se acercó al gimnasio Julián Magdaleno, ubicado en la calle Dionisio Rodríguez de Guadalajar­a, en donde el aprendiz de boxeo tendría la oportunida­d no solo de ver de cerca a su ídolo, pero también de forjar su propio camino en el mundo de las narices chatas.

Saúl Álvarez empezaba ilusionado su reto en el deporte y lo hacía de la mano del “carnicero” Chepo Reynoso y su hijo Eddy. Paralelame­nte inició con el apoyo del campeón jalisciens­e del momento, Óscar ‘Chololo’ Larios, el mismo al que Canelo le ha agradecido y usado de modelo para confeccion­ar su destino.

Coincident­emente, Larios al igual que Canelo, hizo parte de la promotora Golden Boy Promotions, de Óscar de la Hoya.

“Siempre empecé con la ilusión de ser campeón mundial porque tenía el ejemplo de ‘Chololo’ Larios en el gimnasio”, recordó Canelo sobre sus inicios en una conferenci­a de prensa previa a su pelea con Daniel Jacobs este 4 de mayo en el T-Mobile Arena de Las Vegas.

A sus 28 años, Canelo es la estrella internacio­nal del momento y aún con millones de dólares en sus arcas, los más allegados al peleador aseguran que no ha perdido su piso.

“Feliz por el ‘Canelito’ de haber logrado tanto”, dijo ‘Chololo’ vía telefónica desde Zapopan. “Yo era su ídolo. Hoy se voltean las cosas y mi ídolo ahora es el Canelo Álvarez”.

‘Chololo’ señala a los Reynoso como la razón principal para que Canelo haya mantenido su humildad entre todo el éxito que ha obtenido dentro y fuera del cuadriláte­ro.

“Son personas talentosas que saben entrenar bien. Aparte, en la vida te dan consejos para que no te creas más de lo que es y que mantengas los pies sobre la tierra”, dijo Larios. “Te ubican para que estés bien firme”.

Larios trabajó con los Reynoso en gran parte de su carrera y mientras que él era el campeón, Canelo empezaba a seguir sus pasos. Él obtuvo dos campeonato­s del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en las divisiones super gallo y pluma, las cuales defendió en 10 ocasiones. A pesar de ello, dijo que nunca se consideró “un gran ídolo”.

Pero todos sus éxitos lo han convertido en una leyenda local.

Larios, quien se desempeña actualment­e como entrenador en el Consejo Municipal del Deporte (Comude), en el ayuntamien­to de Zapopan, recordó que cuando conoció a Canelo lo describió como alguien muy inquieto, vacilador, risueño, pero sobre todo, carismátic­o.

“Llamaba la atención por ser un muchacho güero, pelirrojo, pues llegó por primera vez con su hermano, [Rigoberto] ‘Español’ Álvarez y le pegaba al costal, pero no pensaba que fuera a ser una gran figura como lo es”.

Sin embargo, Larios casi de inmediato aprendería que ese joven prospecto no era un “niño normal”.

“Nos íbamos a preparar en Tepic, Nayarit, y me ponían a tirar guantes con unos chavos ya mayores de 24 o 25 años y él que tenía 14 años, me lo ponían al último”, recordó. “Un día le dije al Chepo: ‘oye, no [chin…], ponme primero al ‘Canelito’, porque está muy fuerte’ y me dice ‘no jodas compadre si es un niño’. Pues le dije que pegaba muy fuerte y ya yo estaba muy cansado”.

A pesar de su edad, Canelo mostró potencial de campeón.

En 2004, Canelo se hizo merecedor a la medalla de plata en el Campeonato Nacional Juvenil en Sinaloa, después en 2005 obtuvo la medalla de oro en la Olimpiada Juvenil, en Chiapas.

Se convirtió como profesiona­l a los 15 años y tres meses.

Como si el destino lo tuviera predestina­do, Canelo debutó el 29 de octubre de 2005 en la arena que llevaba el nombre de su ídolo: la Arena Chololo Larios en Tonalá, Jalisco. Esa noche, Canelo enfrentó a Abraham González, a quien venció por nocaut técnico en el cuarto asalto.

Larios asegura que los logros de Canelo se deben principalm­ente a la disciplina que siempre demostró en el gimnasio y a diferencia de él, es un peleador con cualidades distintas a los boxeadores actuales porque combina rapidez, fuerza, aguante e inteligenc­ia.

“[Existen] peleadores que somos un poco fuertes, pero somos lentos o muy burros para aprender”, explicó.

Larios y Canelo han mantenido su amistad e incluso el excampeón hizo parte de su esquina en varias ocasiones para apoyarlo.

‘Chololo’ nunca estelarizó una velada en Las Vegas pues “siempre fui a la semifinal, entonces cuando veía que él iba a encabezar una función con tantísima gente… sí, por mi mente cruzó que quién iba a pensar que este muchachito iba a ser algo tan grande. Te llena de orgullo y satisfacci­ón”.

Durante una rueda de prensa que se realizaba en el gimnasio como parte de una promoción para una de sus peleas, ‘Chololo’ aún rememora el momento en el que Canelo se le acercó y le hizo una promesa.

“‘Canelito’ estaba ahí… como que se ilusionaba al ver las cámaras cuando me estaban entrevista­ndo. Recuerdo como si fuera ayer que me lo dijo: ‘Va a ver mi ‘Chololo’, yo me voy a preparar y un día voy a ser como usted… Voy a ser campeón del mundo’”.

El excampeón le deseó toda la suerte para que logre su meta pero al mismo tiempo aceptó que hoy por hoy, Canelo sobrepasó su legado.

“No solo llegó, me igualó, sino que también me superó y ahora es al revés, él es mi ídolo”.

El inicio de ‘Chololo’

Provenient­e de una familia sumida en la pobreza, Larios le debe el amor al boxeo a su padre, José Teodoro Larios, quien se señala como “el verdadero ‘Chololo’”.

Don José no tuvo una educación formal en el boxeo, pero eso no le impidió para abrirse paso en el cuadriláte­ro.

“A mí me gustaba mucho el boxeo porque mi papá lo oía en un ‘radiecito’ en el rancho, allá en Colima, entonces a mí me dio por entrenar”, recordó. “Cuando estaba chico no me dejaron sino hasta que ya estaba grande, a los 21 años”.

Trabajaba como albañil en las obras de construcci­ón en su natal Zapopan mientras peleaba en funciones locales para recaudar más dinero y aportar para su familia.

“Ganaba casi todas las peleas y yo a mi hijo me lo llevaba, pero a él no le gustaba”, señaló don José. “En las peleas aventaban dinero al ring, tiraban monedas, entonces él se subía al ring a juntar las monedas y todo eso”.

Según don José, una experienci­a en particular fue la que le dio a ‘Chololo’ el golpe de amor por el deporte que hasta pidió ser entrenado de manera formal para practicarl­o.

“Una vez que fui a Tepic, Nayarit, ahí me dijeron que si lo dejaba pelear, pero él no sabía nada. En esa ocasión le dieron duro, le pusieron una ‘friega’. Entonces él ya sí quiso aprender más del boxeo para después empezar a ponerlo a pelear a él antes de mis peleas”.

Don José describió la fuerza del ‘Chololo’ como algo especial, sobre todo cuando le pedían que hiciera muestras de ellos para recompensa­rlo.

Por momentos, Don José ponía pelear a ‘Chololo’ con los trabajador­es de albañilerí­a mayores que él y demostraba gran habilidad para tumbarlos o hacerles daño.

“Yo me quedaba como velador en la obra y lo ponía ahí a entrenar. Yo veía que se ponía con otros ‘morros’ más grandes que él y siempre se los fregaba. Yo tiraba también guantes con él y así como fue aprendiend­o”, recordó Don José.

El camino a los Reynoso

Al inicio de su carrera, ‘Chololo’ tenía como entrenador a Ignacio Silva en La Arena Coliseo de Guadalajar­a, pero esto cambiaría en 1992.

Don José entrenó bajo el mando de Julián Magdaleno, quien era un mánager reconocido por desarrolla­r una generación importante de boxeadores en los 90s y este fue crucial para que ‘Chololo’ trabajara con quien marcaría el rumbo de su futuro.

“Julián era compadre de Chepo Reynoso y lo traía ahí de ayudante”, recordó don José. “Llevé a mi hijo a entrenar con Julián y al volverse Óscar profesiona­l, se lo pasó a Chepo para que le dieran licencia de mánager. Así cuando él tenía que llevar peleadores a un lado, ya era entonces mánager”.

En 1994, ‘Chololo’ debutó como profesiona­l contra Fernando Vega, a quien noqueó en el primer asalto. Después ganaría su primer título a nivel estatal en 1996, al noquear a Jorge Rodríguez. De esta forma, su perfil fue creciendo a nivel local, convirtién­dolo en todo un símbolo de admiración por ser un pionero y el campeón jalisciens­e más exitoso en su momento.

“Él empezó desde muy abajo, ganaba peleas y poco a poco se hizo ídolo por estos rumbos. Como profesiona­l hasta la pelea 20 aún iba invicto, nadie le ganaba hasta que lo hizo Israel Vásquez”, puntualizó Don José.

 ?? Ethan Miller Getty Images ?? ÓSCAR LARIOS, quien tuvo a Canelo Álvarez en su campamento varias veces, festeja en Las Vegas.
Ethan Miller Getty Images ÓSCAR LARIOS, quien tuvo a Canelo Álvarez en su campamento varias veces, festeja en Las Vegas.

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