Jefas de policía ‘Protegemos a todos, y también a los inmigrantes’
Son mujeres de armas tomar que comparten la meta de comunidades seguras y pacíficas
Las mujeres jefas de policía del condado de Los Ángeles tienen algo en común: su preocupación por ganarse la confianza de la ciudadanía, incluyendo la de los inmigrantes.
Cuatro de las siete jefas de policía que existen en el condado angelino participaron en un foro organizado por la Escuela de Políticas Públicas Sol Price de la Universidad del Sur de California (USC) en el que se discutieron los desafíos y oportunidades que enfrentan sus comunidades en medio de una polémica nacional sobre el excesivo uso de la fuerza de algunos agentes del orden.
Las participantes fueron Jackie Gómez-Whiteley, jefa del Departamento de Policía de Alhambra; Eve Irvine, del Departamento de Policía de Manhattan Beach; Sharon Papa, del Departamento de Policía de Hermosa Beach y Lisa Rosales, del Departamento de Policía de Glendora.
Estas cuatro jefas policiacas comenzaron sus carreras cuando había aún pocas muMHUHV HQ ODV ÀODV \ PXFKRV GH VXV FRPSDxHURV GHVFRQÀDEDQ de sus capacidades.
Hoy son universitarias, tienen maestrías y una experiencia de décadas.
“Nuestro deber es servir sin distinciones. Nosotros no somos agentes federales del orden. Nuestro trabajo no es asediar a los inmigrantes”, dice Gómez-Whiteley, jefa interina de la Policía de Alhambra.
Explica que en realidad los policías locales no se involucran en las peticiones del Servicio de Migración y Aduanas (ICE).
“No queremos que los inmigrantes piensen que estamos revisando visas. Nosotros estamos para controlar el crimen. Es verdad que a veces damos asistencia y hacemos alianzas con los federales para ciertos operativos, pero nuestra meta es fortalecer la relación con cada miembro de la comunidad”, enfatiza Gómez.
Eve Irvine, jefa de la Policía de Manhattan Beach desde 2011, aclara que su departamento no pregunta sobre el estatus migratorio.
“Nos preocupamos por la comunidad en su conjunto. Los inmigrantes son parte de nuestras comunidades”, remarca.
Más allá del género
Las jefas policiacas consideran que ser mujeres ni cambia ni ayuda en la disminución de ciertos tipos de crímenes.
La respuesta se dio en relación al nombramiento de Anne Kirkpatrick, como jefa de la policía de Oakland, en California, a raíz de un escándalo el año pasado que involucró a varios policías por tener sexo con una joven prostituta.
“Para nosotros no hace diferencia si el jefe es mujer u hombre. Independientemente del género, a todos nos inWHUHVD JDQDUQRV OD FRQÀDQ]D de los residentes para poder hacer mejor nuestro trabajo”, dice la jefa Irvine.
Mientras, Sharon Papa — jefa de Policía de Hermosa Beach desde 2013 y quien tiene a su cargo a 40 agentes— agrega que el género es secundario.
“Son más importantes las habilidades para interactuar con la gente”.
Prioridad al diálogo
Lisa Rosales, jefa de la Policía de Glendora desde hace un mes, creció en Highland Park y es conocida por su acercamiento con los jóvenes pandilleros.
En lugar de confrontarlos, platica con ellos sobre las experiencias en común.
“Comparto cosas de mi familia porque crecí en un área PX\ FRQÁLFWLYD (OORV PXHVtran interés en mi vida”, dijo.
De 2014 a 2016 fue jefa de la policía de San Pablo y durante más de 30 años trabajó para la policía de Pasadena.
Su interés por esta profesión se dio luego de que dos de sus amigos fueron secuestrados y asesinados cerca de su barrio por el homicida en serie Hillside Strangler, que aterrorizó Los Ángeles entre 1977 y 1978.
Mujeres deben participar
Las cuatro jefas policiales coinciden que si bien el trabajo es difícil, no es tan complicado para una mujer ser policía. Ninguna de estas cuatro jefas es fornida o muy alta. Todas ellas más bien son de estatura y peso promedio.