Houston Chronicle Sunday

Texana lidera esfuerzos por leyes de identifica­ción de votantes

Su organizaci­ón planea observar las elecciones con voluntario­s Pocos casos

- DAN FREEDMAN Y JOE HOLLEY

Es probable que cualquiera que escuche aCatherine Engelbrech­t durante algún tiempo se convenza de que el fraude electoral es uno de los peores problemas que enfrenta Estados Unidos.

La elocuente y apasionada fundadora de True the Vote, una organizaci­ón del Tea Party con sede en Houston que se dedica a fortalecer las leyes contra el fraude electoral, ha convencido a varias legislatur­as estatales acerca de la necesidad de que los votantes muestren una identifica­ción con foto cuando vayan a votar. Pero después de tres años de captar la atención nacional con éxito, los opositores se están movilizand­o.

Varios tribunales han anulado, limitado o retrasado recienteme­nte la ley de identifica­ción de votantes, incluso en Texas. Funcionari­os electorale­s de varios estados, entre los que se encuentran Ohio y Carolina del Norte, han rechazado muchos de los desafíos presentado­s por voluntario­s de True the Vote, a menudo sobre la base de evidencias insignific­antes.

Expertos en cuestiones electorale­s insisten en que Engelbrech­t, quien reside en Richmond, Texas, ha exagerado la situación, ya que la identifica­ción con foto no sirve para impedir el tipo más probable de fraude electoral, que es el voto ausente y las boletas que se envían por correo. Asimismo, los críticos indican que ese problema se parece más a una estratagem­a de asesores políticos republican­os para desalentar a votantes demócratas que a una cuestión urgente de preocupaci­ón nacional.

Tras insistir que el fraude electoral es muy frecuente, Engelbrech­t anunció en abril durante una reunión en Houston que True the Vote movilizarí­a este otoño amillones de observador­es electorale­s en todo el país.

Pero tal vez el grupo no alcance su meta, pues en un mensaje electrónic­o, Engelbrech­t manifestó recienteme­nte que no era posible en este momento determinar la cantidad de observador­es que su organizaci­ón está entrenando.

“Sin embargo, internamen­te estamos buscando voluntario­s para observar las elecciones y tenemos metas de entrenamie­nto”, afirmó.

Nuevo interés

Engelbrech­t, de 42 años, creció en Rosenberg y suele decir a la gente que hasta hace cuatro años era totalmente apolítica. Tanto ella como su esposo se dedicaban a cuidar de sus dos hijos, además de operar una exitosa empresa de maquinaria­s petroleras.

Esto cambió en 2008, según ha dicho ella, poco después de las elecciones en las que Barack Obama fue elegido presidente. Hace poco, ella declaró al diario The New York Times: “Vi que nuestro país iba en una dirección de la que, por alguna razón, no me percaté hasta 2008. Esto realmente amenaza el futuro de nuestros niños”.

Engelbrech­t se sintió encantada cuando conoció a un grupo del Tea Party, llamado King Street Patriots, que junto con un par de docenas de miembros de otra organizaci­ón, se dedicaron en 2009 a vigilar las elecciones locales.

Las irregulari­dades y fraudes que ella y sus colegas voluntario­s presenciar­on, según Engelbrech­t, los obligaron a seguir sus esfuerzos de vigilancia electoral, en un inicio en el distrito representa­do por la demócrata Sheila Jackson Lee. Varios votantes se quejaron ante el fiscal del Condado de Harris, Vince Ryan, diciendo que se sentían intimidado­s y acosados. Pero la oficina de Ryan no halló casos de fraude o irregulari­dades en las votaciones.

Aunque Engelbrech­t insiste en que True the Vote no tiene afiliación partidista, en sus eventos públicos suelen presentars­e invariable­mente candidatos republican­os y seguidores del Tea Party.

Engelbrech­t y otros oradores de True the Vote también hicieron presentaci­ones el año pasado ante grupos de tendencia republican­a patrocinad­os por Americans for Prosperity, una organizaci­ón fundada por los hermanos Koch, multimillo­narios de Kansas que contribuye­n con gran- des sumas a muchas causas conservado­ras.

“True the Vote no se apoya en la política, sino en los principios”, expresó Engelbrech­t en una entrevista a finales de abril.

Investigac­iones de presuntos casos de fraude electoral en la década pasada revelaron que el número de situacione­s verdaderas de esa índole fue mínimo, según opositores de True the Vote.

“No hay gente tratando de hacerse pasar por otras en las urnas ni que voten en nombre de una persona fallecida”, dijoWendyW­eiser, del Centro Brennan en Nueva York, una organizaci­ón de tendencia liberal.

La oficina del fiscal general texano Greg Abbott proporcion­ó una lista al Houston Chronicle que incluía 65 enjuiciami­entos por fraude electoral desde 1985, lo cual sugiere que el problema es relativame­nte poco frecuente.

El análisis del Chronicle reveló declaracio­nes de culpabilid­ad o acuerdos judiciales para ocho personas que eran delincuent­es, tres que se habían hecho pasar por otros votantes, una por haber votado más de una vez, otra por votar pese a no ser ciudadano y una más por votar con el nombre de una persona fallecida. En las elecciones de 2008 y 2010, los texanos emitieron casi 13 millones de votos.

No obstante, los críticos dicen que lo que parece ser fraude electoral tiene a menudo una explicació­n sencilla. En Nueva Jersey, Kathleen Sullivan presuntame­nte votó dos veces en ciudades que distaban 161 millas una de la otra. Sin embargo, el Centro Brennan hizo una investigac­ión en la que halló que había dos mujeres llamadas Kathleen Sullivan, incluso con la misma fecha de nacimiento, que estaban inscritas legalmente y ambas habían votado en sus respectiva­s ciudades.

 ?? MICHAEL F. MCELROY : ?? CATHERINE ENGELBRECH­T:
MICHAEL F. MCELROY : CATHERINE ENGELBRECH­T:

Newspapers in English

Newspapers from United States