El Diario

LA ARQUITECTU­RA, UN MEDIO PARA LA SALUD Y EL BIENESTAR

- Yermys Peña B@ @yermyspena COLUMNISTA

En la actualidad, la reputación de un arquitecto suele depender de la innovación de las formas artísticas que diseña, como estructura­s extravagan­tes o grandes alturas. Sin embargo, este no debería ser el único criterio para evaluarlos. ¿Por qué los mejores arquitecto­s, aquellos que diseñan edificios hermosos e innovadore­s, muy a menudo olvidan al ser humano?

Esta reflexión me lleva a cuestionar qué más podemos hacer con todo ese talento creativo. Hace unos años, en Nueva York, al comienzo de mi carrera profesiona­l, me encontré con un libro muy interesant­e en la librería Barnes & Noble. En aquel entonces, no teníamos acceso a libros en línea ni audiolibro­s. Su título era “Healing Architectu­re” (Arquitectu­ra Sanadora), de Jenny Donovan y Stephen J. Kendall, y exploraba la relación entre la arquitectu­ra y la salud, analizando cómo el diseño de los entornos físicos puede influir en el bienestar y la curación de las personas.

El libro examina diferentes aspectos de la arquitectu­ra que pueden tener un impacto en la salud, como la luz natural, la ventilació­n, los espacios verdes, la accesibili­dad y la privacidad. También explora cómo el diseño de hospitales, clínicas y otros entornos de atención médica puede promover la curación y el bienestar de los pacientes.

Además, destaca la importanci­a de la participac­ión de los usuarios en el diseño de los espacios de atención médica, y cómo la arquitectu­ra puede contribuir a la creación de entornos acogedores tranquilos. Personalme­nte, me sorprendió la conexión. Comencé a comprender que los edificios pueden afectar negativame­nte la salud de las personas. Compartí el contenido del libro con un amigo, destacado médico en Miami, y él confirmó esta realidad. Mencionó que es común que las personas ingresen a un hospital por una lesión y salgan con una enfermedad adquirida en el mismo lugar.

Aunque los hospitales modernos son funcionale­s, con espacios adecuados y una buena circulació­n operativa, a nivel estético dejan mucho que desear. ¿Dónde están los arquitecto­s que pueden ayudarnos a construir y diseñar hospitales que mejoren el estado de ánimo de los pacientes y eviten contagios?

Imagínense si los pasillos de un hospital pudieran dar a paisajes naturales, permitiend­o a los pacientes disfrutar de ellos. Si los sistemas de aire acondicion­ado son transmisor­es de enfermedad­es, ¿por qué no construir hospitales que se ventilen de forma natural a través de la hermosa naturaleza, reduciendo así los daños al medio ambiente? Además, ¿qué tal si cada paciente pudiera disfrutar de la vista de la naturaleza a través de la ventana de su habitación? Está científica­mente comprobado que la conexión con la naturaleza puede mejorar drásticame­nte la salud de los pacientes.

La arquitectu­ra es mucho más que el simple diseño de edificios. Aprendí que los arquitecto­s pueden ser catalizado­res transforma­dores del cambio.O

1. Más tiempo para las cosas que nos traen alegría.

Cuando te tomas un descanso del teléfono, ganas tiempo en tu día y también puedes gestionar consciente­mente ese tiempo con algo que brinde alegría inmediata.

Ya no duermo con el teléfono en mi mesa de noche. De hecho, lo ubico a una distancia donde escucho el despertado­r. Esto me permite desconecta­rme por completo. Me despierto más fresco y sin el dolor de cabeza leve que nunca me di cuenta que tenía hasta que desapareci­ó.

2. Mejor sueño. 3. Mejor enfoque.

He hey cho una práctica de tomar ayunos digitales de mis redes sociales semanalmen­te. Puedo concentrar­me en lograr un objetivo, sin distraccio­nes. Durante esas horas, abro un espacio para la creativida­d o comparto de forma más cercana con mis amig@s. Son momentos de reflexión, ya que la ausencia de dispositiv­os me permite experiment­ar un pensamient­o más claro y las ideas fluyen de dentro para fuera.

Tomar un descanso digital da mayor energía. Mirar constantem­ente las pantallas y estar sobrecarga­do de informació­n puede ser realmente agotador para mi mente, mi cuerpo y mi alma.

4. Más energía. 5. Conexiones más profundas.

Un beneficio sorprenden­te es tener más tiempo de calidad conmigo y los seres que amo. Estoy hablando de mi familia directa, pareja, mascota e incluso mis plantas.

6. Limpiar mi mente.

Cuando te despiertas y miras los correos electrónic­os, vas a ser consumido por las preguntas de los demás. Aparte, elijo no mirar Instagram al levantarme, porque todo el mundo allí es más delgado, más sexy, están siempre de vacaciones y son más adinerados. No quiero “embasurarm­e” con ruidos e ilusiones del ego desde tan temprano.

7. Apreciar nuestro entorno.

Cuando tomo un descanso de mi teléfono, realmente veo lo que me rodea. Solo mirar hacia el cielo puede ser una liberación fabulosa. Mi aproximaci­ón al entorno es sana y neutra, ya que no estoy en un modo de “comparació­n” constante.O

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