Una transición clave para combatir la pobreza
Javier Balmaceda, analista sénior de políticas para Puerto Rico del Center on Budget and Policy Priorities (CBPP) explicó el alcance y los desafíos para la isla si se aprueba el programa SNAP para la Isla
Javier Balmaceda, analista sénior de políticas para Puerto Rico del Center on Budget and Policy Priorities (CBPP), consideró que la potencial transición al programa SNAP (Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria), como está propuesta mediante legislación en el Congreso de Estados Unidos, es clave para fortalecer la red socioeconómica de ayudas provistas por el gobierno federal para estabilizar al territorio, que describió como “un paciente en estado crítico”.
A juicio de Balmaceda, aunque el cambio no va a resolver la crisis que vive Puerto Rico en su totalidad, serviría como incentivo para que miles de familias que viven bajo los niveles de pobreza puedan adquirir más alimentos y de ese modo reducir la pobreza, paso esencial para la estabilización económica y social.
“Yo a P.R. lo veo como un paciente en estado crítico en términos de pobreza, infraestructura; realmente estamos en un estado crítico, lo que pasa es que nos hemos acostumbrado a ver ese número de la pobreza en 43%, 44%. Cuando uno realmente lo piensa, eso es inaudito. El número es un resumen de lo que está pasando. Cuando puntualizamos en todas las miles y miles de personas que caen en ese número, que pasan hambre, que no tienen una vivienda segura, que no tienen una infraestructura médica adecuada, caben miles de historias. El tema es que para mí somos un paciente en estado crítico, y a mí me parece que, teniendo equidad en estos programas, como mínimo, podemos estabilizar al paciente. Pero, no lo estamos rehabilitando. Eso ya es otro tema aparte”, planteó el experto.
El Diario entrevistó al portavoz de la organización en el marco de las negociaciones que continúan en la legislatura en Washington D.C. para incluir una provisión que lleve a la isla a una transición del Programa de Asistencia Nutricional (PAN) al de SNAP, como parte de la reautorización de la nueva Ley Agrícola o “Farm Bill”.
La semana pasada, la presidenta del Comité de Agricultura del Senado, Debbie Stabenow, informó de la inclusión de una provisión como parte de la Ley de Prosperidad
Rural y Seguridad Alimentaria (The Rural Prosperity and Food Security Act of 2024) o borrador del “Farm Bill” en ese cuerpo legislativo.
Si la disposición que busca equidad en los fondos SNAP para Puerto Rico logra completar el trámite legislativo, los fondos para asistencia alimentaria aumentarían de $2,900 millones anuales a $4,500 millones anuales, según estimados del Departamento de Agricultura de EEUU (USDA).
El analista sénior del CBPP consideró que, más allá de posturas ideológicas, hay una realidad histórica que tiene peso en este debate: los boricuas son ciudadanos estadounidenses.
Aunque han habido intentos legislativos previos para incluir a P.R. en SNAP, en esta ocasión destaca el consenso generalizado de que la transición es un paso en el camino correcto para reducir la hambruna y la inseguridad alimentaria.
“No conozco de ninguna organización o ninguna persona que realmente diga que esta transición fuera negativa para P.R. Si tengo que decir, responsablemente, que hay personas, individuos, y una parte del país que ve esta transición al SNAP como más ‘mantengo’ para P.R.; y lo tengo que decir porque ellos también merecen tener esa representación en este diálogo, y hay gente que percibe al SNAP y todos los demás programas de seguridad socioeconómica como el famoso mantengo”, expuso.
El “mantengo” es el término popular que utilizan los puertorriqueños para referirse a la dependencia en fondos federales.
Balmaceda expuso que la flexibilidad para la distribución de los fondos del PAN en P.R. para comunidades como la de adultos mayores se debe, precisamente, a que poblaciones como están han sido excluidas de otros programas federales como el de Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI).
“El PAN yo creo que tiene protagonismo en este tema del ‘mantengo’ porque en los años 70 era el ‘Food Stamp Program’ (Programa de Cupones de Alimentos)…; entonces, la gente percibe al PAN como la punta de lanza del mantengo. Pero la realidad es que cuando uno estudia toda la red de seguridad socioeconómica que hay a nivel federal, y aquí incluyo grandes programas como Medicaid, Medicare, el SSI -programa que está creado para complementar el Seguro Social porque los cheques del Seguro Social son bien bajitos-, pues hay una serie de programas importantes
que están ahí para atajar la pobreza y también (ayudar) a la clase media, que en P.R. o no están o si están, son de forma muy parcial”, sostuvo el representante del CBPP experto en temas fiscales.
Menos fondos
En ese sentido, el analista alertó de los principales desafíos de la transición a SNAP en P.R., como el impacto a los adultos mayores que viven solos y los estudiantes universitarios que verían una reducción en los fondos que reciben o resultarían excluidos del programa.
“Esos aumentos no van a ser para todo el mundo. Hay dos poblaciones, particularmente, dentro del PAN que podrían ver una merma en beneficios. Una es la población de envejecientes que viven solos. Hay una alta probabilidad de que esa población vea una merma en beneficios en promedio porque en este momento bajo el PAN hay unas flexibilidades que le permiten al PAN darle a esa población una bonificación de beneficios. Una vez que hagamos la transición al SNAP, esa bonificación se perdería, y esa población en promedio podría ver una merma en beneficios”, señaló.
“La otra población que podría ver una merma en beneficios sería la de estudiantes universitarios que en estos momentos tienen unos criterios de elegibilidad mucho más flexibles bajo el PAN. Bajo SNAP, esos criterios serían un poco más rígidos. Con esa rigidez de criterios es posible que muchos estudiantes universitarios que hoy reciben beneficios queden excluidos del programa. Eso es una posibilidad. Hay que verlo toda una vez se haga la transición”, continuó.
Para resolver esta disyuntiva, a largo plazo, Balmaceda insistió en que la solución sería otorgar equidad a los ciudadanos en la isla en otros programas como el mencionado SSI y Medicare.
“La desigualdad de P.R. no radica únicamente en el PAN. Es toda una red de seguridad socioeconómica. Son un montón de programas que están diseñados para componer una red, y cada programa se complementa con el otro.l
“Yo a P.R. lo veo como un paciente en estado crítico en términos de pobreza, infraestructura; realmente estamos en un estado crítico, lo que pasa es que nos hemos acostumbrado a ver ese número de la pobreza en 43%, 44%”: Javier Balmaceda