10 años de Game of Thrones
10 años que comenzó a emitirse Game of Thrones, el fenómeno más grande de la televisión reciente, un dragón que devoró 59 Emmys y se convirtió en un hito de la cultura pop.
Sus despiadados giros argumentales, complejidad narrativa, inesperadas muertes, batallas épicas, sexo, violencia e intrigas saciaron a la audiencia. Puso patas arriba al mundo y llenó las conversaciones en oficinas y en redes sociales. El furor salió de su hábitat natural. Hubo hasta cursos universitarios, libros de filosofía, coaching y administración a la luz de los preceptos del Trono de Hierro.
Incluso, una hornada de niñas aquí y allá fueron bautizadas Khaleesi. Nadie estuvo ajeno.
La industria misma fue estirada al límite con la producción. Hubo sueldos estratosféricos (1.2 millones de dólares por episodio), presupuestos colosales (¡100 millones por una temporada!), audiencias inusitadas (32 millones en la temporada 7) y logísticas que
quebraron cabezas (se rodó en 10 países).
A dos años del final de su octava y última temporada, las alabanzas, sin embargo, son más moderadas que cuando la producción de HBO estaba al aire. Ha envejecido mal.
La decepción con el último arco fue superlativa y hasta hubo campañas online (con casi 2 millones de firmantes) para que lo rehicieran.
¿Cómo fue que la magia se perdió? Los productores, David Benioff y DB Weiss se habían quedado sin libros de George RR Martin por adaptar.
Con argumentos endebles y decisiones creativas cuestionables, la conclusión que idearon se hundió. Ellos fueron tachados de enemigos públicos.
La suerte de los involucrados en Game of Thrones ha sido desigual tras abandonar la serie. De Westeros no ha llegado Azor Ahai, el príncipe o la princesa del entretenimiento prometidos.
Este sábado 17 de abril, día exacto en que en 2011 se emitió el primer episodio de GOT, HBO comenzará un maratón con los 73 episodios de la serie./Reforma