Ni 'ilegales' ni ‘aliens'
El lenguaje importa y mucho, y el presidente Joe Biden quiere borrar el uso de la terminología ofensiva hacia los inmigrantes en los documentos oficiales, comenzando por la expresión "alien" o extranjero, en uso desde 1790, que debería ser reemplazada por "no ciudadano" en las leyes de inmigración.
Al anunciar el paquete migratorio durante su primer día en la Casa Blanca el 20 de enero, el presidente señaló que el cambio es una muestra de respeto y que reconoce a EEUU como una nación de inmigrantes.
“El idioma importa. La forma en que describimos a las personas se pega, afecta cómo las tratamos. Encantada de ver esto como parte de este paquete de inmigración”, dijo ayer en un tuit la activista Vanessa Parra, de Define American.
Por su parte Oscar Chacón, de la organización Alianza Américas, opinó que se trata de “una acción que, si bien es simbólica, tiene un contenido muy positivo”.
“Es un primer paso de un proceso para desintoxicar la percepción pública de las personas nacidas en el extranjero que hemos hecho de Estados Unidos nuestra nueva casa”, declaró. La profesora Priscilla Gac-Artigas también lo consideró un acto más bien simbólico, pero de carácter moral. Según dijo, la palabra “alien”, que también puede significar extraño, tiene en inglés una connotación negativa, sobre todo si se usa junto al adjetivo “illegal”, en oposición al “resident alien”, que sí tiene su situación legal regularizada. La integrante de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) opinó que el término “noncitizen” se debe traducir como “ciudadano no estadounidense”, pues estas personas siguen siendo ciudadanos en otros países. “Lo que no son es ciudadanos de este país todavía”, señaló.