UN MENSAJE QUE DIVIDE AL PAÍS
El Día de la Independencia es una fecha ideal para llamar a la unidad de todos los estadounidenses en momentos muy difíciles. Los estadounidenses están agobiados por la incertidumbre del futuro por el impacto por la pandemia y quieren escuchar palabras realistas y tranquilizadoras de que por lo menos sus líderes están atentos a la emergencia, que hacen todo lo posible para mitigar el daño y que estamos todos juntos ante la dificultad.
Sin embargo, el presidente Donald Trump les prometió que va a defender los monumentos del marxismo.
No es una exageración. Los dos mensajes del 4 de Julio no pasarán a la historia como el momento en que un presidente sobrio se puso a la altura de los acontecimientos. Lo que se vio fue un candidato desesperado porque la reelección se le va de las manos dispuesto a sacrificar todo menos su ambición.
Al principio los enemigos venían de afuera, eran los inmigrantes que traían violencia y robaban empleo; los países que se aprovechan comercialmente en Estados Unidos. El enemigo hoy son estadounidenses, según Trump.
Para el presidente según su discurso, la derrota de los nazis y la persecución de terroristas internacionales son comparables a “la izquierda radical, a los marxistas, a los anarquistas, a lo agitadores y a la gente que no sabe los que está haciendo” en las manifestaciones en contra del racismo. En este contexto reclamar “justicia social” es una “ideología radical...que quiere destruir la sociedad.”
Trump es el defensor de los monumentos y la versión idílica que esconde el racismo de la historia porque para él allí se encarnan todo los valores dignos de los estadounidenses. Y como Trump es Trump. Su respuesta es crear un el Jardín de Héroes de Estados Unidos con decenas de estatuas.
Que bueno hubiera sido que el presidente hubiera mostrado por la gente la décima parte por la preocupación que muestra por el mármol y la piedra. Si la dedicación de Trump por querer que una estatua siga en pie hubiera sido la misma que por la que un estadounidense tenga buena salud y pueda respirar aire limpio.
Si su visión de futuro es proteger el pasado racista. Cuando el país quiere enfrentar sus fantasmas para superarlos, la estrategia electoral de Trump es encadenarlo a los valores de los derrotados de la guerra civil.
El problema de hoy en Estados Unidos no es la hostilidad a las estatuas ni el necesario revisionismo histórico. Tampoco son los medios que por criticar Trump, al igual que la agresión a un monumento, son traidores según el presidente.
El 4 de Julio reveló que el cáncer es una presidencia ajena a la realidad de una pandemia fuera de control que ya mató 130,000 estadounidenses. Es una ambición desmesurada en la Casa Blanca capaz de lo peor, que debe ser removido en noviembre.•
Trump
«El presidente deja claro que sólo le interesa la reelección. Hay que detenerlo en las urnas».