O’Neill demuestra con cifras que deja más segura a NYC

Una vez termine a finales de mes su labor como comisionado de Policía, sin duda que James O’Neill podrá hacer alarde de uno de los principales logros de su gestión en este cargo por los pasados tres años: el hacer de la Gran Manzana la metrópoli más segura de todo el país.

Así lo volvió a demostrar ayer, con cifras en mano, cuando encabezó la que será su última rueda de prensa mensual sobre las estadísticas del crimen, en la que informó que desde el inicio de año hasta el pasado octubre, el índice de actos delictivos en general se mantuvo bajo, con una disminución del 1.8% en comparación al mismo periodo del 2018.

“Nuestro compromiso con los neoyorquinos es seguir trabajando incansablemente para aumentar la seguridad pública y garantizar que las personas se sientan seguras donde viven”, dijo O’Neill, agregando que no descansarán “en esta responsabilidad a medida que reforzamos y profundizamos los lazos con los residentes, a través del programa de Policía Vecinal, que son el núcleo de nuestra misión de lucha contra el crimen”.

Mientras hasta octubre del 2018 el índice general de delitos reportó 80,313 casos, hasta el mismo mes este año el número fue de 78,887.

Las cifras presentadas por el saliente máximo jefe del NYPD demuestran que, además, al comparar octubre del 2019 con octubre del 2018, se registró una disminución en las violaciones, asaltos graves, robos y crímenes en general en el sistema del Subway. Y hasta las balaceras, que son los incidentes criminales que siguen sin disminuir en la Gran Manzana, registraron una ligera baja el pasado mes en comparación con el resto del año, e incluso fue el octubre con menos tiroteos de todos los mismos meses desde que se empezó a usar el sistema CompStat. En total hubo 62 balaceras el pasado mes.

“El programa de Policía Vecinal ha transformado la ciudad al juntar a los neoyorquinos y la policía para combatir el crimen”, dijo el alcalde Bill de Blasio. “Si bien las tasas de criminalidad están en mínimos históricos, hay más trabajo por hacer para garantizar que todos los neoyorquinos se sientan seguros en su vecindario”.l