Barkley es un novato de diamante
El corredor se salva del pésimo año de su equipo
Su carrera en la NFL acaba de comenzar, pero ya lleva paso para lograr algo que sólo dos jugadores en la historia han conseguido.
En los primeros ocho partidos de la temporada, el corredor novato de los New York Giants, Saquon Barkley, acumula 519 yardas por carrera y 497 por recepción.
A este ritmo, el atleta proveniente de la Universidad de Penn State terminaría la campaña con 1,038 yardas por acarreo y 994 por la vía aérea, es decir que podría convertirse en el tercer corredor de la historia de la NFL en terminar con mil yardas por carrera y mil por recepción en un mismo calendario.
El último jugador en alcanzar dicha hazaña fue el miembro del Salón de la Fama, Marshall Faulk, en 1999, cuando con los Rams de San Luis corrió para 1,381 yardas en 253 intentos y atrapó 87 pases para 1,048 yardas.
El primero en lograrlo fue Roger Craig, quien acumuló 1,050 yardas por tierra y 1,016 por recepción en 1985 con San Francisco.
La actuación de Barkley, de 21 años de edad, no ha pasado desapercibida y hasta el veterano de 12 temporadas en la liga, Adrian Peterson, reconoció a la joven estrella, luego del duelo del pasado domingo entre los Giants y los Redskins de Washington.
“De lo que he visto hasta ahora, muestra una habilidad otorgada por Dios. Gran paciencia, su fuerza en la parte inferior de su cuerpo y su equilibrio son sorprendentes. Lo que ha logrado no pasa todos los años”, aseguró Peterson, uno de los más notables corredores de la historia.
Barkley, quien es séptimo en la NFL en yardas por carrera y segundo en promedio de yardas por acarreo (4.7) entre corredores con al menos 100 intentos, es lo más destacado para los neoyorquinos, que tienen marca de 1-7 y descansan esta semana.
El novato ha sido la válvula de escape en el juego aéreo del quarterback Eli Manning, quien recibe casi nula protección de su línea ofensiva.
Fortaleza, elusividad y mucha velocidad son las tres características que tienen a Barkley dando pasos de gigante. Barkley con Adrian Peterson, de los Redskins, tras el juego del domingo en el Estadio MetLife.
Saquon Barkley