Cada vez hay más mujeres detenidas por ICE
Las confinadas en centros migratorios tienen menos derechos que los hombres
La cantidad de mujeres y niñas en centros de detención migratoria de los Estados Unidos ha aumentado exponencialmente en los últimos años, pero los centros de detención están ideados y manejados para hombres, indicaron abogados de derechos humanos.
Esta realidad afecta la experiencia de las mujeres detenidas, la mayoría de las cuales son solicitantes de asilo, que han escapado condiciones de abuso y violencia de género, apuntó un nuevo estudio publicado este lunes por la Comisión sobre Mujeres Refugiadas (WRC).
Poca privacidad para actividades íntimas, falta de acceso a suficientes productos sanitario o los productos que se más se necesitan, como tampones, y prevalencia de ropa
Trato diferente
interior previamente usada y manchada, están entre las quejas de las mujeres entrevistadas en ocho centros de detención, por expertos de la organización de derechos humanos.
“Nuestro estudio demuestra que no solo hay más mujeres detenidas que antes, sino que las prácticas de detención ignoran las necesidad de las mujeres y dificultan su acceso a protección en este país”, dijo Katharina Obser, del WRC.
La cantidad de mujeres detenidas por ICE no está en ninguno de los reportes oficiales, así que WRC tuvo que recopilar varias bases de datos y hacer sus propios análisis para lograr un panorama del asunto.
Estos fueron los resultados:
El sistema no está hecho para ellas
Las condiciones que encuentran las mujeres detenidas tienen mucho que ver con su situación minoritaria en el mundo carcelario y con que, en muchos centros de detención hay tanto hombres como mujeres, aunque están en áreas diferentes y ellas son las menos.
“A menudo, las mujeres no tienen acceso a ciertas áreas del centro de detención debido a la presencia de los hombres”, apunta el reporte. “En varios centros, estaban confinadas a zonas con menos privacidad en los baños o duchas comunitarias y los hombres tenían el lado más moderno, con duchas individuales”.
La falta de privacidad puede ser especialmente traumática para mujeres que acaban de llegar de situaciones de violencia sexual y física, así como inseguridad en general.
“Durante nuestras visitas, observamos una total falta de privacidad en caso todos los centros de detención, desde los dormitorios en Mesa Verde, Laredo, Otero, El paso o Joe Corley, o en las celdas y “pods” de Hutto y Eloy”, explican.
“En Mesa Verde y Joe Corley, las duchas no tienen cortinas, los toilets solo tienen media puerta, y el interior puede ser visible para otros detenidos y para los guardias -algunos de los cuales son hombres”, agrega el reporte.
Heidy, una detenida citada en el estudio, dice que trató de resguardarse con una sábana, por la vergüenza que tenía cuando iba al baño, debido a sus problemas de colon. “Intenté usarla, pero me la quitaron”, dijo.
La falta de privacidad aumenta el sentido de vulnerabilidad de mujeres que ya están traumatizadas de por sí, indican.
En varios centros no hay suficientes toallas sanitarias o están prohibido los tampones y las mujeres se quejaron de que les daban ropa interior manchada, y del temor al contagio de infecciones íntimas.
Las mujeres detenidas también comparten otros problemas con los hombres en la misma circunstancia, en cuanto a la dificultad de tener acceso a información y ayuda legal dentro de la prisión.
WRC realizó una serie de recomendaciones que en general van en contra de la agenda del actual presidente Donald Trump, aunque la expansión en la detención de mujeres se dió principalmente dentro del gobierno de Barack Obama.
WRC recomienda que el gobierno federal deje de detener a migrantes que no representan un peligro para la seguridad nacional y que en vez de invertir en más centros de detención, se invierta más en formas alternativas de detención.l