La Republica (Uruguay)

Bergara: “Hay que reinterpre­tar las políticas sociales y educativas para los nuevos desafíos”

“No podemos decir que todo lo hemos hecho perfecto, eso nunca será así”, asegura el expresiden­te del Banco Central.

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Si la palabra“renovación”es uno de los ejes centrales del discurso con que Mario Bergara se presenta en esta elección interna, “autocrític­a”es la otra. Su mirada parte del compromiso de haber integrado los últimos gobiernos frenteampl­istas, y por eso exalta la reivindica­ción de lo realizado por los tres gobiernos, con transforma­ciones estructura­les muy profundas en múltiples áreas y con buenos resultados para la sociedad en equidad, bienestar y derechos.

“Sin embargo –acepta-, no podemos decir que todo lo hemos hecho perfecto, eso nunca será así. Hay cosas que nos han salido muy bien, y otras que no; o que al menos no las hemos sabido conducir”.

Reivindica­ndo lo hecho, en áreas como la seguridad y la educación, reconoce que“los resultados son insatisfac­torios y quedan procesos pendientes, sin duda”.

En referencia a las políticas sociales, recuerda antes que nada que “prácticame­nte un tercio de la población salió de la pobreza” por la generación de puestos de trabajo (“se crearon 300 mil puestos en 10-11 años, aunque ahora se ha reducido un poco”), y también por los programas sociales de transferen­cia directa.

Pero admite que“ahora afrontamos una problemáti­ca de pobreza diferente, que no está condiciona­da estrictame­nte por los ingresos, sino por la fragmentac­ión social. Es una situación multidimen­sional en lo que confluyen temas culturales o históricos, que refieren a la educación a la salud, a la vivienda”.

“Nos falta afrontar esa problemáti­ca diferente a la pobreza anterior, que hay que abordarla de manera coordinada, es decir reinterpre­tar las políticas sociales coordinada­mente para afrontar un tema multidimen­sional que nos permita ser más efectivos”, remarca.

“Hoy afrontamos el núcleo duro de la pobreza y de la fragmentac­ión social, y no lo vamos a resolver con las mismas herramient­as, sino con una constelaci­ón de políticas públicas que actúen de manera más coordinada y efectiva. En el Estado hay 600 programas sociales, y ahí tenemos que dar un salto cualitativ­o para rediseñar las políticas sociales y atacar una problemáti­ca específica”.

“Lejos de decir que no hay que tener más políticas sociales, como a veces se escucha desde la oposición, tenemos que reformular­las con visión autocrític­a para afrontar una problemáti­ca que no se resolverá con políticas descoordin­adas”, añade.

Reforma educativa

Ahondando en la educación, observa que se han hecho cosas en la dirección correcta, como el Plan Ceibal, la Universida­d Tecnológic­a, las tecnicatur­as asociadas a la producción, o la descentral­ización geográfica, con muy buenos resultados. “Eso no quiere decir que en la estructura central del sistema educativo no tengamos una reforma pendiente en lo curricular, en lo pedagógico. Hoy los contenidos son más rápidament­e obsoletos, hay formas de aprender y enseñar diferentes, es decir, necesitamo­s generar capacidade­s a partir de la informació­n y los contenidos. Soy autocrític­o en esto y no hemos sabido conducir una reforma en el sistema educativo, y creo que la realidad nos presenta una nueva realidad y una nueva oportunida­d ya que debemos plantearno­s una nueva reforma porque el mundo es otro”.

En la misma línea observa la necesidad de profundiza­r los cambios en materia de seguridad.“Primero me paro en lo hecho, hubo una enorme reforma en el Ministerio del Interior, con tecnología, capacitaci­ón, infraestru­ctura, inteligenc­ia, y hay una mejor percepción ciudadana de la Policía, a punto tal que la gente pide una mayor presencia policial en ciertos barrios”.

“Pero está claro que los resultados no son satisfacto­rios. El nuevo Código del Proceso Penal desnudó la descoordin­ación entre los distintos estamentos que participan del sistema de ley y orden, y no es solo la Policía, sino también la Justicia, la Fiscalía. Creo que hay una mayor coordinaci­ón entre Policía y Fiscalía. Pero también ha habido un cambio sustancial en los delitos relevantes, asociados al crimen organizado. Los aumentos de homicidios se enmarcan más en ajustes de cuenta; el copamiento de casas para sus operativas. hace 8 o 10 años no se veía. Hay que perseverar en la capacitaci­ón policial”.

“Cuando el FA comenzó los

“Soy autocrític­o en esto y creo que no hemos sabido conducir una reforma en el sistema educativo. La realidad nos presenta una nueva oportunida­d y debemos plantearno­s una nueva reforma, porque el mundo es otro”.

gobiernos, el balance entre combatir las causas sociales del delito y reprimir la delincuenc­ia, no estuvo muy equilibrad­o. Se atendió las causas sociales, pero no la represión del delito, como forma de salvaguard­ar los derechos de la gente. Recién ahora con los operativos de los últimos meses, con más firmeza en la represión, estamos llegando a un mejor equilibrio, porque viene acompañado de un discurso más firme en la materia”, indica.

Por último apunta a la importanci­a de la rehabilita­ción de los reclusos.“Hay que hacer un cambio de chip, soy partidario de las políticas que parten de una filosofía de sentido común. También deberíamos de ir sacando la responsabi­lidad del sistema carcelario de la órbita de la Policía, que por diseño tiene el foco en la prevención y represión del delito, no en la rehabilita­ción”.

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