La magia blanca
Ya no hay margen para sorpresas. El Partido Nacional presentó a todos sus precandidatos y lo selló con una foto. Sonrientes y mate en mano, Luis Lacalle Pou, Jorge Larrañaga, Verónica Alonso, Juan Andrés Ramírez Saravia, Carlos Iafigliola y Juan José Bruno armaron una ronda con Beatríz Argimón, y se tomaron una “selfie” para vender a los medios una señal de unidad.
¡Qué fácil logran la unidad los blancos! Reemplazan la Pipa de la Paz por una foto y la desparraman por las redes sociales.
Felices y contentos, los trapitos sucios se guardan bajo de la alfombra, no es cuestión de andar mostrándolos a los cuatro vientos.
Pero ya nadie cree en los reyes magos, tampoco en los milagrosos “abracadabras” que con un polvito mágico resuelven todos los problemas en un abrir y cerrar de ojos. ¡Qué fácil sería así la vida!
Con el “click” de una foto nos olvidamos de las broncas con Lacalle Pou por venderse como “líder indiscutido” sin mezclarse en ningún problema interno, para que nada deje una sola mancha sobre su “inmaculada envergadura”. Nos olvidamos de las encuestas que muestran a Larrañaga creciendo sin parar. O de los intendentes mandando al secretario de Antía como “candidato fantasma” hasta que definan un nombre para impulsar en las internas.
La magia blanca hace este tipo de milagros, la realidad desaparece y solo quedan ellos.