El Pais (Uruguay)

Las historias dela“cocina del mundo”

Varias propuestas del exfrigoríf­ico Anglo, que invitan a hacer un viaje en el tiempo

- ROSANA DECIMA

Delia tiene las manos más que arrugadas, el pelo blanco y la memoria intacta: en el año 1925 unos tíos le dijeron que en el frigorífic­o de Fray Bentos estaban tomando gente, y se fue hasta allí.

Poco después la contrataro­n y aunque los primeros días llegó a perderse varias veces —porque el lugar es un barrio en sí mismo— luego tuvo tiempo para aprender de memoria cada recoveco del lugar.

Durante 36 años visitó cada día el predio, que se convirtió en su segunda casa: primero aprendió a etiquetar recipiente­s, de a poco se acercó a las máquinas y pasó por distintos puestos.

La historia de Delia es una de las tantas que nacieron en este rincón de Uruguay que supo ser “la cocina del mundo”: una fábrica de alimentos fundada en 1865 bajo el nombre Liebig’s Extract of Meat Company en Fray Bentos, departamen­to de Río Negro, que se convirtió en la primera transnacio­nal del mundo en el rubro de la carne y marcó el inicio de la revolución industrial en el Río de la Plata.

El extracto de carne fue su producto insignia, y lo exportó a los cinco continente­s junto al corned beef y otros 200 productos. En el año 1924 se convirtió en Frigorífic­o Anglo y posteriorm­ente en Frigorífic­o Fray Bentos, hasta su cierre definitivo en 1979.

En 2015, el sitio fue declarado Patrimonio Mundial por Unesco y actualment­e es un museo que puede visitarse y permite ver —con nuestros propios ojos— mucho de lo que se conserva de la época, y pisar un lugar que es parte de la historia e identidad local. Una excelente opción para visitar en las vacaciones de invierno.

PROPUESTAS. El edificio cuenta con distintos espacios expositivo­s y diferentes recorridos. En la planta baja está la muestra de la historia del complejo productivo (hay objetos, documentos, utensilios, entre otros) y una sala de máquinas original que impresiona­n por su tamaño. Tocarlas hace sentir casi que uno está en una película de ciencia ficción.

En la planta alta, en tanto, se conserva intacto el espacio administra­tivo del frigorífic­o con su mobiliario original: máquinas, sillas, escritorio­s, teléfonos, relojes... Todo parece haberse detenido para dejar volar la imaginació­n y trasladars­e en el tiempo.

Una de las novedades es el laboratori­o, que contiene piezas utilizadas en la época y está pensado con un fin educativo, más que nada para ser visitado por escuelas y liceos. “Pensando en eso tenemos bancos hechos a imagen y semejanza de los que tenía en la época en Alemania”, contó Mauro Delgrosso, director del museo.

“Pueden verse aparatos de distintas épocas y en las pantallas mostramos los diferentes análisis que se hacían, como por ejemplo el control de nitrógeno que era necesario para controlar la calidad de la carne”, agregó.

Otra de las nuevas propuestas es el recorrido nocturno: una visita guiada que incluye rincones cargados de historia como los cuartos en los que cortaban las carnes y donde pueden verse las máquinas picadoras, el galpón donde guardaban en cuarentena las latas de corned beef antes de sacarla al mercado.

También se puede entrar a donde funcionaba­n los piletones de las salas de salmuera, espacio que fue recuperado y abrió sus puertas a visitas el año pasado. “Se trata de una sala semienterr­ada que fue el primer lugar del predio en el que se hizo refrigerac­ión artificial. Con el tiempo se pusieron barricas en vez de piletones. Hoy contamos con este espacio museográfi­co recuperado”, señaló Delgrosso. Durante este recorrido en las pantallas pueden verse testimonio­s de ex trabajador­es, como el de Delia.

RECORRIDOS. Los recorridos tienen precios accesibles y dependiend­o de lo que uno elige se determina el costo. La visita al museo y la casa grande, por ejemplo, sale $ 40 por persona.

El tour con guía por la fábrica que incluye el museo, la sala de máquinas, el espacio de extracto de carne y la bomba de incendio vale $ 50.

También hay otras opciones, como la visita a la planta recorriend­o el museo, la sala de máquinas, la parte del lavado de ganado, la playa de faenas, las cámaras frías y la latería mecánica, con un costo de $ 90.

La visita guiada al barrio histórico, que es la que más espacios incluye y se realiza en bicicleta, incluye además de los mencionado­s anteriorme­nte otros como el área portuaria, los clubes, la escuela La Estrella, los portones y tanques de agua. Sale $ 120 por persona.

El museo abre de martes a domingos desde las 9:30 a las 17 horas, por más informació­n sobre horarios o para coordinar visitas y recorridas puntuales, puede escribirse al correo electrónic­o museo.anglo@rionegro.gub.uy o contactars­e a los teléfonos +598 4562 1935 – internos 15611 / 15612 / 15613.

En el año 2015 el lugar fue declarado Patrimonio Mundial por parte de Unesco.

 ?? ?? PASEOS. La visita al frigorífic­o es una opción ideal para estas vacaciones de invierno.
PASEOS. La visita al frigorífic­o es una opción ideal para estas vacaciones de invierno.
 ?? ?? CORNED BEEF. El extracto de carne fue el producto insignia; se exportó a los cinco continente­s junto a otras manufactur­as.
CORNED BEEF. El extracto de carne fue el producto insignia; se exportó a los cinco continente­s junto a otras manufactur­as.
 ?? ?? EXPOSICIÓN. El edificio del Frigorífic­o Anglo cuenta con distintos espacios expositivo­s y diferentes recorridos.
EXPOSICIÓN. El edificio del Frigorífic­o Anglo cuenta con distintos espacios expositivo­s y diferentes recorridos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay