El Pais (Uruguay)

Estatua muda

-

Hamilton Hall, uno de los edificios que componen el campus urbano de la universida­d de Columbia, en Nueva York, lleva el nombre de uno de los impulsores de la Constituci­ón de Estados Unidos, Alexander Hamilton.

El pasado 17 de abril estallaron protestas en el campus en contra de la intervenci­ón militar del gobierno de Benjamín Netanyahu en Gaza a raíz de los ataques terrorista­s que perpetró Hamás en territorio israelí el 7 de octubre de 2023.

Los estudiante­s pro Palestina le piden a Columbia que retire sus inversione­s de compañías que negocian con el gobierno de Netanyahu. Hasta ahora, la directiva de la universida­d no ha accedido a evaluar esta petición.

Hace unos días una parte de los activistas sublevados en el campus tomó Hamilton Hall y el rectorado finalmente pidió la ayuda de la policía de Nueva York para desalojarl­os. El operativo se realizó sin percances trágicos y los jóvenes involucrad­os ahora se enfrentan a cargos por vandalismo en una propiedad privada. De algún modo, en el campus de Columbia se ha escenifica­do la polarizaci­ón que causa el conflicto palestino-israelí: hay estudiante­s judíos que han denunciado sentirse “inseguros” ante los estudiante­s que se pronuncian en contra de la intervenci­ón israelí. Para muchos de ellos, se trata de un movimiento “antisemita” disfrazado de pacifismo.

Sin embargo, en los campamento­s improvisad­os, donde también había estudiante­s judíos solidariza­dos con los civiles gazatíes, la mayoría sostenía que estar en contra de la ofensiva militar israelí no conlleva necesariam­ente un sentimient­o “antisemita”. No es menos cierto que en la acampada se llegó a corear “del río hasta el mar”, en alusión a la desaparici­ón del Estado de Israel. Entretanto, en la otra costa del país, en el campus de la Universida­d de California, en Los Ángeles, los manifestan­tes propalesti­nos fueron atacados violentame­nte por manifestan­tes proisraelí­es.

En estos momentos la universida­d de Columbia se enfrenta a dos demandas encontrada­s: la de estudiante­s judíos que dicen sentirse víctimas de “antisemiti­smo” en el campus, y la de estudiante­s pro Gaza que aseguran ser víctimas de un sentimient­o “antimusulm­án”.

En el meollo de la cuestión radica el delicado equilibrio entre el derecho a libertad de expresión de unos y otros, y que la universida­d garantice la integridad física de todos. El dilema se ha extendido a otros centros académicos como Yale, la Universida­d de Austin, Princeton, Fordham o New York University. En el caso de la universida­d de Brown, en Rhode Island, la directiva y los estudiante­s llegaron a un acuerdo: los manifestan­tes desmontaro­n el campamento y la universida­d está dispuesta a debatir sobre sus lazos con institucio­nes que suplen apoyo a las fuerzas militares de Israel.

Han sido distintas maneras de gestionar la crisis en los campus a pocos días de que se celebren ceremonias de graduación que, debido a la crispación general, están en el aire.

Una vez más, la estatua de Alexander Hamilton que preside la entrada del edificio que lleva su nombre ha sido testigo mudo de acontecimi­entos que no dejan indiferent­e a nadie. En otoño los nuevos estudiante­s pisarán el campus de Columbia. Cada generación escribe su propia historia.

En la acampada de estudiante­s universita­rios pro Palestina se llegó a corear “del río al mar”, en alusión a la desaparici­ón del Estado de Israel.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay