El criptoarte y NFT en auge
Las nuevas formas de validar el arte digital generan subastas millonarias para artistas
El 11 de abril, en una subasta en Christie’s una obra del artista Mike Winkelmann, más conocido como Beeple, se vendió en US$ 69 millones. La obra era un especie de collage de 5.000 imágenes. Tres días después, Sotheby’s puso a la venta cantidades ilimitadas de “cubos” creados por un artista llamado Pak. Por esto recaudó US$ 14 millones.
Estas operaciones vinculadas al arte digital, especialmente al criptoarte y los llamados NFTS, despertaron la atención del mundo en un rubro que hasta hace algunos meses era prácticamente desconocido.
“Los NFT es una sigla que quiere decir non fungible token o fichas no fungibles, que permiten por primera vez comercializar bienes intangibles. Esto es muy importante para las artes tecnológicas, porque implica que ahora los artistas digitales podemos comercializar nuestras obras. Antes no podíamos hacerlo en las mismas condiciones que los artistas que realizan obras físicas”, explicó a El País Fabián Barros, máster en Artes Digitales, coordinador académico de la Licenciatura en Diseño, Arte y Tecnología y catedrático de la Facultad de Comunicación y Diseño de Universidad ORT.
El catedrático y artista señaló que esta certificación que otorga una comunidad permite comercializar obras de arte en diferentes formatos. “Los más comunes son imágenes en JPG o GIF. Hace un tiempo se vendió el primer tweet de Jack Dorsey, uno de los fundadores de Twitter, gracias a esta certificación”, añadió.
Por su parte, el artista visual, curador y director de la Fundación de Arte Contemporáneo, Fernando López Laje, aseguró que es difícil comprender la dimensión real que podrían tener los NFTS y el criptoarte porque aún no tomamos distancia temporal para su análisis.
“Estamos en el momento exacto en el que está sucediendo. No sabemos si es una burbuja, si funcionará como un mercado paralelo o si será un mercado único del futuro; lo que sí sabemos es que está asociado a una nueva forma de legitimar el arte con el blockchain”, resaltó en diálogo con El País.
Y siguió: “Me parece que se instalará desde algún lugar, no creo que suplante al mercado del arte. Lo que pasó con Beeple que Christie’s tuvo que acceder al mercado de la criptomoneda demuestra que hay un interés”.
BLOCKCHAIN. Los NFTS, así como el criptoarte o las criptomonedas, no pueden separarse de lo que es conocido como cadena de bloques o blockchain.
“Esta tecnología está arbitrada y generada por una comunidad, en la que un grupo de programadores y diferentes perfiles técnicos generan bloques de código que se encadenan. A grandes rasgos, estos bloques están encadenados y permiten que no sean violados”, explicó Barros sobre esta tecnología que surgió hace 30 años pero que tomó relevancia en la última década por las monedas virtuales. “Así como las criptomonedas tienen la intención de masificarse, los NFTS quieren reducir al máximo la circulación de las obras de arte no avaladas”, agregó.
López Lage indicó que hay artistas como Urs Fischer que ya trabajan en el mercado contemporáneo y que se sienten más cómodos trabajando con blockchain que otros. “Estamos en un momento interesante, porque se trata de una coyuntura bisagra que hace que todo sea revisado y esté cambiando. No solo en el mercado del arte, sino lo que conocemos como modernidad. Algunos postulados indican que estamos entrando en la era del tecnocentrismo; estoy bastante de acuerdo. Lo humano quedará más de lado y el foco estará en la máquina”, señaló.
NFT o non fungible token es un registro que autentifica obras de arte digitales.
CERTIFICACIÓN. Sobre la posibilidad que tienen los artistas de acceder a este tipo de validación, Barros aseguró que es relativamente simple. “Hay que seguir algunos pasos tecnológicos y, sobre todo, económicos, porque hay que acceder a plataformas seguras y con buena reputación. Una vez en esas plataformas es sencillo ser reconocido”, sostuvo. Sin embargo, advirtió que el proceso comenzó siendo barato pero la demanda contribuyó en el aumento de precios. “Hace algunas semanas una certificación NFT superaba los US$ 300 y está en suba”, advirtió, lo que es caro para artistas emergentes.