Famosos, pataduras y colados
La 11ª edición del Partido de las Estrellas se realizó en la playa y con un falso Abel Pintos
Si usted fue uno de los tantos que compartió orgulloso en las redes su foto con Abel Pintos tomada este verano en calles, bares, o supermercados de Punta del Este, se enterará por esta nota que cayó en una emboscada. Lo mismo le sucedió al público que asistió al clásico Partido de las Estrellas el pasado viernes 4 de enero en la Parada 9 de la Mansa.
La impresionante semejanza de este pelado de barbita con el cantante argentino y la insistencia del relator que no paró de nombrarlo como Abel Pintos cada vez que tocaba la pelota acrecentó la confusión, y fomentó que los presentes hicieran fila para pedirle selfies.
ENGAÑO. La mayoría del público femenino lo abordó sin dudar y le contó hacía cuánto lo escuchaba, otras menos confiadas se preguntaban si era el mismísimo Abel, pero bastaba un clic para salir de la duda. En la cuenta oficial de Instagram del artista verdadero había una foto anunciando su llegada al primer destino de la gira veraniega: no era Punta sino Chile.
El que jugó por el equipo rojo en el Partido de los Famosos con el Reja, el Gucci, José Chatruc y Michelle de León se llama Juan Cor, y no Abel Pintos. Tampoco es cantante, es actor, hace eventos, y conduce el ciclo Hacemos lo que podemos por 1410 AM Libre.
“En un evento de esta magnitud se puede prestar para que el verdadero Abel esté presente”, dijo a El País. Y agregó que se queda callado y finge ser Abel “para que la gente sea feliz. Me ha pasado de decirles, ‘mire, no soy’ y ver la cara de desilusión. Es impresionante”.
El equipo de Cor cayó ante los verdes que ganaron con un gol de oro en el alargue. El actor y humorista no marcó, ni pateó al arco, dio un par de asistencias, pero se robó la miradas y flashes de la Parada 9. Se sacó más fotos que Fernando Burlando, la palabra más codiciada entre los periodistas por ser el abogado de Juan Darthés, pero no tan solicitado como el falso Abel entre el público del partido.
Cor aseguró que se rapó porque estaba quedando pelado y luego se dejó la barba de casualidad, no para esmerarse en ser cuasi un clon del músico. Ni siquiera lo conocía, se enteró de su existencia por unos amigos y le sorprendió la semejanza.
“Me han confundido en los sitios más insólitos que te puedas imaginar. En Machu Picchu me paraban para pedirme una foto y tenía que decirles, ‘no, no soy’”.
DÚO DINÁMICO. Otro que no pasó inadvertido fue el Reja. La cresta de color amarillo patito en su cabeza fue clave para que el relator y la gente de la tribuna lo reconociera a la distancia. El cantante contó que se levantó un día con ganas de experimentar y probó con un flour verde y rojo. Hace dos semanas se tiñó de amarillo para luego volver al negro, su color original, y “quedarme tranquilo un tiempo. La vida es hermosa y me llevó al amarillo. Innovar con los looks es parte de los cambios que tiene que hacer un artista para no aburrir”.
El Reja llevó hinchada. Lo alentó desde la tribuna su novia Mica Ríos, cantante e hija del periodista deportivo Julio Ríos.
Esta pareja atravesó varias crisis, y el Reja comentó, “hoy, 4 de enero, estamos bien, mañana no sé”.
Se definió como un jugador “medio pelo y rústico”. Dijo preferir las posiciones donde tuviera que moverse poco (9 estático o arquero) “porque jamás estaré en forma”.
“Golero no puede ser, si no ve nada, qué va a atajar”, se río el Gucci, amigo y compañero de equipo del Reja.
El cantante fanático de Nacional prometió jugar todo el partido y así fue, aunque no metió un gol. Eso sí, el Gucci se encargó de la musicalización del evento: llevó a la DJ y cantante argentina Ianna. “La conocí acá y le estoy haciendo de manager, ya le conseguí ocho toques. Va a estar en OVO también”, contó.
Esta vez, el evento se hizo en la playa y no en el Campus.