Ex-canciller

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Almagro, Almagro de mi vida, tu fuiste el alma de mis sueños...

Cuantas noches de luna y de fe, a tu amparo yo supe querer...

Almagro, gloria de los guapos; lugar de idilios y poesía, mi cabeza la nieve cubrió; ya se fue mi alegría como un rayo de sol.

Letra de tango que supo cantar Carlos Gardel. Que hablaba de un barrio de Buenos Aires. Hoy, las primeras cuatro estrofas las recuerden los que lo ensalzaban a Luis Almagro cuando era el canciller del Pepe. Y hasta algún “progresista” lo propuso para nombrarlo Secretario de la OEA ilusionándose con los dos párrafos siguientes. Y luego quien lo haba designado canciller vio como el tiro le salía por la culata frente a sus socios de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua y le cayeron las ultimas tres estrofas, como para pedirle la tarjeta roja del Frente Amplio.

Ahora, lo excomulgan del FA en juicio sumario, con las mismas posibilidades de defensa que le dan las opositores en Cuba o en Venezuela, según las propias expresiones del ex-canciller Luis Almagro, o sea como cosa juzgada previamente y que no habla muy bien de la defensa de los derechos humanos, tantas veces invocada cuando afecta a un militante izquierdista y muchas veces ca- cuando afecta a un régimen “compañero”.

Cabe preguntarse, ¿qué es el FA? ¿Existe una “democracia interna”? ¿O, utiliza los instrumentos democráticos para llegar y luego perpetuarse en el poder? Es evidente que el actual Secretario de la Organización de Estados Americanos no ha hecho otra cosa que tratar de defender al oprimido pueblo venezolano, víctima de una cruel dictadura narco-militar. La complicidad derivada de los petro-dolares recibidos del régimen chavista por parte del FA y de la cúpula sindical compraron conciencias y silencio.

¡Vergüenza absoluta para la tradición uruguaya!