Docentes y policías del interior afectados
▃ En varios departamentos del país hubo acatamiento a la movilización de parte de muchos trabajadores del transporte. Numerosos docentes que se trasladan desde la ciudad salteña al interior del departamento diariamente no pudieron acudir a clases. También sucedió con efectivos policiales que prestan servicios en seccionales de centros poblados.
Empresas que partían desde la terminal a las siete de la mañana con destino a Artigas y que circulan por las rutas 31 y 4 — pasando por localidades pobladas como Valentín y Pueblo Lavalleja— no se les permitió cumplir con el recorrido. Lo mismo ocurrió con otras empresas que unen Salto con Paysandú y mucho menos a aquellas de línea directa con Montevideo.
El diario local salteño La Prensa informó que como consecuencia de la medida un coche que debía partir con destino a Montevideo a las 23:30 se vio demorado. Un grupo de gremialistas retiraron de las bodegas del coche las valijas y bultos de quienes habían comprado el ticket para viajar durante la madrugada. Las valijas fueron dejadas en el piso.
Los responsables de la terminal intervinieron ante este inconveniente. Según sus versiones, los trabajadores realizaron “groseras amenazas”. Los pasajeros y los encargados de la terminal dijeron que el paro se había pactado desde las 12 de la noche.
Melo también lo sufrió. A las 0:30 del viernes, todos los pasajeros que estaban aguardando en la terminal de la capital de Cerro Largo para viajar a Montevideo debieron abordar los coches de Núñez fuera del predio de la terminal, dado que no ingresaron a los andenes por el paro.
En este episodio llegó a intervenir una abogada que pretendía viajar quien solicitó la presencia de la policía y una escribana. Tras este hecho, los sindicalistas cedieron en su postura y el viaje al final se realizó, aunque con un poco de retraso. El diario La Prensa informó que entre los pasajeros había un niño que debía viajar a Montevideo para someterse a una intervención quirúrgica.
Algunas personas que tenían dificultades para desplazarse sufrieron el paro. Angélica, quien debía viajar para un tratamiento oncológico a Montevideo, estimó que la movilización era “una barbaridad” para los pasajeros.