EN LA SALUD
nían borrones que delataban el delito. La dirección del centro constató que no existían estudios clínicos de las funcionarias y que, además, no se atendían en ASSE sino en una mutualista.
Con las maniobras las trabajadoras se ahorraron pagar los carnés. ASSE no cobra por los carnés de salud para sus usuarios, mientras que las mutualistas tienen un costo que va de $ 400 a $ 700.
Las tres funcionarias fueron destituidas: las dos que presentaron el documento falso por “incurrir en una conducta dolosa, presentando un documento apócrifo para acceder a su presupuestación — esto es, carné de salud gratis a su nombre con evidentes borrones y enmarcaduras que pertenecían a otros usuarios”—. La funcionaria que hizo los documentos falsos fue sumariada por “ineptitud”.
DECÍA QUE LOS ATENDÍA Y NO. Pasó en la Red de Atención Primaria (RAP) Metropolitana. Lo primero que descubrieron fue que la doctora atendía a muchos más pacientes que sus colegas. Empezaron a investigar y se dieron cuenta de que la diferencia estaba en que sus pacientes tenían un “muy bajo” índice de ausentismo.
A partir de allí constaron una serie de irregularidades en los registros de la médica, que anotaba en el sistema electrónico el nombre de los pacientes y el supuesto motivo de las consultas, pero no escribía nada en las historias clínicas.
La médica primero fue sumariada y después, mientras se estaba evaluando su destitución, presentó un recurso alegando que ASSE se había basado en llamadas telefónicas que había hecho a sus pacientes para corroborar si habían ido o no a la consulta. Decía, entonces, que al no mostrarle a ella los nombres de los pacientes no le estaban dando margen para defenderse. ASSE no atendió a estos reclamos y la destituyó en enero de este año, después de dos años de proceso.
IBA 4 HORAS; TENÍA QUE IR 12. El médico anestesista iba a trabajar al hospital de Colonia menos horas de las que le correspondía. Esto generaba problemas para la realización de cirugías cardiovasculares, algo que estaba entre sus tareas.
“No dispongo de tiempo por el momento para desempeñar el compromiso funcional de 12 horas semanales como desempeñaba anteriormente”, señaló el anestesista ante la dirección del centro, luego de varias reuniones y correos electrónicos en los que se le pidió cumplir la totalidad del horario.
Cuando ASSE empezó a investigar el tema, el funcionario declaró y reconoció que cumplía un horario menor al correspondiente, pero advirtió que contaba con el permiso de la dirección, algo que fue negado por estas autoridades.
El funcionario fue destituido, pero no de inmediato. El proceso demoró dos años y terminó en enero pasado.
DEMORAS Y MUERTE DE UN BEBÉ. Los padres llegaron con su bebé el 3 de diciembre de 2012 a las 23 horas al hospital de Santa Clara de Olimar. Tenía un cuadro de oclusión intestinal, que si se atiende a tiempo no debería llevar a demasiadas complicaciones. A la 1:30 de la mañana del día 5 el niño murió. En el medio pasó de todo, menos lo que debía pasar.
En Santa Clara de Olimar la atención fue correcta y se procedió a una rápida derivación. En tanto, en el Centro Departamental de Cerro Largo, según una posterior investigación de ASSE, “se proporcionó una atención inadecuada, con controles insuficientes”.
El niño debió ser derivado, nuevamente, de inmediato al Pereira Rossell en Montevideo, pero esto se hizo con una “demora inaceptable en un cuadro de urgencia quirúrgica”. También “se apreciaron fallas sistémicas e individuales en el manejo del menor, no hubo continuidad en la atención del paciente entre una guardia y la otra (…) ya que el jefe del servicio valoró al menor pero no transmitió el diagnóstico al pediatra que tomaba la guardia, ni chequeó el cumplimiento de las interconsultas”. Tampoco “registró su actuación en la historia clínica”.
En el Pereira Rossell también hubo “fallas en las características del pase de guardia que determinaron que ningún cirujano valorara oportunamente al paciente y coordinara la cirugía en el menor tiempo posible”. La demora se dio, entre otras cosas, porque desde la puerta de emergencia no se pidió la intervención del cirujano, sino que sucedió recién cuando el bebé había sido trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. Y cuando esto se hizo el profesional tampoco se hizo presente con rapidez.
ASSE responsabilizó a dos doctoras de las guardias, una de cada hospital, por la situación que se generó. A la de Cerro Largo la sancionó con 179 días de suspensión con retención de haberes. A la otra no la sancionó ASSE, sino que se pidió la “aplicación de un régimen disciplinario” a la Comisión de Apoyo, de la que esta depende. La primera de ellas apeló y por esto la investigación sigue abierta.
En este caso no hubo destituciones.
ASSE y el Ministerio del Interior son los organismos que más destituidos tienen dentro del Estado.