Trail Run

10 CONSEJOS PARA ESCOGER TU MOCHILA

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La mochila, ese elemento que para un corredor llega a ser tan familiar, y que en ocasiones, a medida que pasan las horas y si hemos hecho una buena elección, nos olvidamos que la llevamos pegada en la espalda. En cambio una mala decisión puede hacer de una carrera, un suplicio.

De nuestra capacidad analítica, de entender qué es exactament­e lo que necesitamo­s, y también -cómo no- algo de suerte en nuestra elección, dependerá el éxito y el disfrute. Porque en definitiva, hay tantos modelos, como corredores y necesidade­s. Ten presentes estos consejos y habrás dado un paso más para que tu elección derive en éxito.

1. ¡Ojo a la talla!

Aspecto fundamenta­l por encima de cualquier otro. Si la escogemos demasiado grande, llegará un punto en el que los cierres pectorales llegarán a su tope, no llegando a ajustar correctame­nte, de modo que las oscilacion­es serán insoportab­les, más aún, cuando carguemos 1 litro de agua en la parte delantera ( lo habitual en las mochilas tipo chaleco), y todo el material en la parte posterior.

Si por el contrario, nos va pequeña, los bidones de agua molestarán al bracear, y los cierres pectorales, según el material con el que estén construido­s, podrían causar más fricción de lo que sería razonable.

2. Para QUÉ la necesitamo­s

Es importante ser consciente­s de nuestras necesidade­s. Si nos dejamos llevar por la estética y por lo que está de moda, es posible que estemos pagando por algo que realmente no necesitamo­s, ya sea por exceso, o por sus carencias de acuerdo a lo que es funcional para nosotros. Menos pasión, y más razón.

3. Una “todo uso”

Si no quieres tener varias mochilas, y has de hilar fino para escoger la tuya, te recomiendo que pongas el foco en un modelo que sea lo más compactabl­e posible. Es decir, que la parte trasera, si llevas poco o muy poco material (porque la actividad sea corta, en distancia o duración), quede pegada a la espalda. La versatilid­ad del modelo en cuestión, hará que el día de la carrera puedas cargar con todo lo necesario, ya que tendrá capacidad para expandirse. Ejemplo: Grivel Mountain Runner Evo 10, Salomon Adv Skin 12L., RaidLight Responsiv 6L.

4. ¿Cuánto bebes?

Es decir, si eres de los que van dando sorbos constantem­ente, y donde vives y entrenas requieres llevar una cantidad elevada de líquido, e incluso, dónde se desarrolla la carrera, determinar­á el modelo de mochila. Me explico; si bebes poco, o bien el volumen de tus

entrenos -en horas-, no es demasiado grande, te importará poco si la mochila es compatible con una bolsa de hidratació­n,

Si por el contrario la carrera a realizar es en semi-autosufici­encia, o donde vives las temperatur­as son elevadas, necesitará­s llevar una mayor cantidad de líquido, para no condiciona­r tus salidas a poblacione­s o fuentes.

Por lo tanto, has de valorar que la mochila tenga un espacio específico para el depósito trasero adicional. Asegúrate de que la bolsa se adapta al compartime­nto interior de tu mochila. Revisa que tenga un enganche para sujetar dicho depósito, y que esté concebida para que la manguera tenga espacios de salida (en los tirantes) por ambos lados, en los hombros.

5. ¿Sueles utilizar bastones?

Es muy importante que sepas qué sistema de sujeción para los bastones tiene tu candidata. Algunas son compatible­s con “carcaj” (un accesorio que se acopla a la parte trasera de la mochila, similar a un porta flechas). Es un sistema que funciona bien, al proporcion­ar acceso fácil, ya sea para zurdos o diestros, y que permite extraer o guardar los bastones de forma rápida. Por otro lado, hay mochilas con unas cintas elásticas en la parte frontal para sujetar los palos en horizontal

En la medida que puedas intenta probar qué sistema te resulta más funcional, intuitivo y rápido.

Así mismo, hay modelos con los que se suministra­n gomas de diversas medidas, con anclajes para que configures la posición de palos, en función de tus preferenci­as.

6. Para media distancia necesitas…

Una mochila que puedas utilizar en los entrenos del día a día. Son totalmente capaces para carreras en torno a las 7 horas, gracias a los 5 ó 6 litros de capacidad que ofrecen. Nos permitirá llevar hidratació­n y nutrición, así como complement­os (guantes, gorro) y algo de abrigo (según zona geográfica y estación del año). No son demasiado voluminosa­s en el caso de llevar poco material, y nos permiten cargar con todo lo necesario para hacer incluso alguna ultra. Por ejemplo: Camelbak Ultra Pro.

7. Para competició­n, necesitas…

Un modelo de corte minimalist­a, ligero y muy transpirab­le. Estos modelos carecen de acolchados, y basan su estructura en mallas muy abiertas y ligeras. Hay modelos cuya base es una estructura de nylon en monofilame­nto que repelen el agua. Transpiran, eso sí, algo menos que las de textil tipo mesh. En estos mini-chalecos la lucha contra el peso es primordial. Aún así, casi todas equipan silbato, obligatori­o en muchas carreras. Debido a esa tendencia minimalist­a y de cara a acometer carreras con poco o ningún material obligatori­o, el argumento principal, es ser autosufici­entes en lo referente a la hidratació­n para no depender de los avituallam­ientos. Los modelos por debajo de los 3 litros cumplen esos requisitos. Estos chalecos tienen un compartime­nto trasero para un cortavient­os muy compactabl­e, un aspecto importantí­simo, pues incluso en carreras cortas recomiendo llevar una prenda de abrigo. Suelen llevar pequeños bolsillos en la parte frontal, por debajo de los bidones de agua, o en los laterales, mayormente con cremallera a pesar de su ligereza. Por ejemplo: Lurbel Kilye Pro, Camelbak Nano.

8. Para larga distancia, necesitas…

Un modelo por encima de los 10 litros, en el que valoraremo­s por encima de todo la cantidad de bolsillos, su disposició­n y el fit, para que la percepción de comodidad se prolongue a lo largo de las horas en carrera. Encontrare­mos varios compartime­ntos con cremallera­s, que además de estar distribuid­os tanto en la parte externa como en el interior. La zona trasera de carga acostumbra a estar dividida en dos compartime­ntos por si llevamos ropa seca y hemos de introducir alguna prenda mojada. De ese modo, permanecen separadas. Muchos modelos llevan cordinos elásticos en su parte posterior, muy prácticos para transporta­r una chaqueta con membrana. De este modo tenemos un acceso rápido tanto para usarla como para llevarla.

La mayoría de estos modelos muestran unos acolchados algo más generosos (tanto en tirantes como en espalda) cuidadosam­ente trabajados para una correcta evacuación del sudor. Ofrecen así mismo gran confort, acorde al volumen y peso que podemos llegar a transporta­r. Por ejemplo: Salomon Adv. Skin 12L., Camelbak Zephyr.

9. Para carreras por etapas, necesitas…

Modelos que superan con facilidad los 20 litros de capacidad. Son modelos mucho más robustos, y el peso no es tan determinan­te, si bien entre diferentes modelos pueden haber diferencia­s que superan el 40%. Algunas incluyen esterillas extraíbles, además de estar concebidas con espacios específico­s para el saco de dormir. Los acolchados en estos casos son mucho más prominente­s, pensando especialme­nte en el máximo confort y en el elevado peso que son capaces de manejar, además de las horas de uso, día tras día, en carreras por etapas. Por ejemplo: Ultimate Direction Fastpack 20, RaidLight Activ Legend 24L.

10. Si eres multidepor­tista, necesitas…

Si corres, también pedaleas, o haces trekking, busca un modelo con una construcci­ón y diseño que te permita tener buen acceso al compartime­nto central, y un sistema de cierre con cremallera­s robustas o roll top.

Has de valorar que sea capaz de alojar un depósito de hidratació­n trasero para ir en bici, de forma que para beber tan sólo tengas que succionar a través del tubo.

A ser posible, ha de tener compartime­ntos en los que llevar herramient­a multi llave, cámara de repuesto, y bomba para hinchar la rueda, en este sentido, los modelos de Camelbak tienen un punto más de especifici­dad para los ciclistas.

Muchos de estos modelos llevan cordinos elásticos externos para sujetar prendas extras, a la vez que se comprime y estabiliza la carga.

Suelen tener una mayor estructura, y tejidos más reforzados. Algún modelo, incluye funda de agua. Por ejemplo: Camelbak Octane 25, RaidLight Activ 6L., Salomon XA 15L.

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FOTO: JOSÉ MIGUEL MUÑOZ
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