La traición en persona: Figo fichó por el Madrid
Un cheque por valor de 10.270 millones de pesetas (algo menos de 62 millones de euros), depositado en la sede de la Liga de Fútbol Profesional el 24 de julio de 2000, consumó una de las traiciones más grandes de la historia del deporte mundial. Parecía imposible que el portugués Luis Figo cambiara el Barça por el Real Madrid. Pero lo hizo. Fue la gran apuesta de Florentino Pérez para acceder a la presidencia blanca y, a su vez, un mazazo al barcelonismo, que un día antes había proclamado a Joan Gaspart sucesor de Josep Lluís Núñez. Y todo, por un farol con el que tuvo que apechugar: vino porque se arriesgaba a una sanción (había firmado un doble contrato con Parma y Juve) y se fue porque tenía un precontrato con Florentino (quedarse le costaba 35 millones de su bolsillo). Al finalizar la temporada 99-00, Figo y su representante, Jose Veiga, exigieron al aún presidente blaugrana Josep Lluís Núñez una mejora de su contrato. Este no accedió y el vacío de poder que se creó en el club tras ser convocadas elecciones fue aprovechado por un aspirante a la presidencia... del eterno rival, el Real Madrid.
El empresario Florentino Pérez anunció que si salía elegido, el portugués del Barça sería futbolista blanco. Figo, como San Pedro, negó muchas veces que hubiera firmado un precontrato, quizá pensando que Florentino no desbancaría a Lorenzo Sanz. Pero este lo hizo y el portugués ni siquiera accedió a negociar con el nuevo presidente barcelonista. Joan Gaspart no pudo hacer nada y, desde entonces, decir ‘Figo’ es sinónimo de traidor en el lenguaje blaugrana.