Lewandowski se saca una espina
El polaco fue decisivo ante Arabia Saudí con la asistencia del primer gol y cumplió su “sueño” marcando el segundo
Robert Lewandowski acabó llorando sobre el césped después de marcar el segundo gol de Polonia ante Arabia Saudí y que sentenció el duelo. Se había sacado un gran peso de encima. Uno que arrastraba desde el Mundial de Rusia en 2018. Y es el de no haber podido marcar nunca en la fase final de un campeonato del mundo. Hasta ayer se le habían resistido Senegal, Japón y Colombia, los rivales en su primer Mundial, y México en este de Qatar. Pero a la quinta, fue la vencida. Un día que no olvidará. “Es un sueño hecho realidad”, dijo. Con 77 goles con la selección iguala las cifras de Pelé con Brasil.
Y es que, además, el gol sirvió para sentenciar un partido en el que Polonia sufrió de lo lindo para derrotar a Arabia Saudí, que baja de la nube en la que se instaló después de vencer a Argentina y que se jugará el pase en el último partido.
MEJOR EN LAS ÁREAS Polonia se impuso pese a que Arabia Saudí fue mejor en juego. Solo la mayor contundencia y efectividad de los polacos y la poca mordiente de los de Renard salvó a Polonia, que fue más fuerte en las dos áreas, donde se deciden los partidos. Szczesny fue decisivo con sus paradas, incluso un penalti, y Lewandowski asistió en el primer gol de ZIelinski y marcó el segundo después de un error clamoroso de los centrales. Polonia cambió su dibujo y salió con dos puntas, Milik y Lewy, después de las críticas recibidas por su conservadurismo en el primer partido ante México, en el que no quisieron tomar ningún riesgo. Pero pese a la variación, Polonia no mejoró en exceso su juego y lo basó casi todo en mandar pelotazos largos hacia la dupla atacante y esperar cazar una segunda jugada. Arabia Saudí, con una muy buena presión y un fútbol directo e intenso, no dejó respirar a los polacos, que se salvaron gracias a las paradas de Szczesny, como en un gran remate de Kanno.
El partido hubiese podido ser otro si el árbitro no le hubiera perdonado la expulsión a Cash por un claro codazo. Y precisamente fue este jugador, que no debía estar en el campo, quien participó en el primer gol polaco. Recibió un pase sensacional de Szczesny, que buscó a Lewandowski, que al no poder rematar de primeras cedió atrás para la llegada de Zielinski, que fusiló al portero. Pudo empatar Arabia Saudí con un penalti regalado por el árbitro, pero Szczesny se lució con una doble parada, en el remate y el rechace.
Lo intentó todo Arabia Saudí en el segundo tiempo para igualar el partido, pero Polonia supo jugar con la ventaja y los esperaba para salir al contragolpe. Los de Renard pecaron de inocentes en el área rival pese a ser mejores en fútbol y, en cambio, Polonia los castigaba con ocasiones claras. Milik envió un gran cabezazo al travesaño y Lewandowski en otra llegada letal también mandó un remate al palo. Y entonces llegó el error de los centrales del conjunto saudí que aprovechó a la perfección el delantero del Barça para entrar en la historia. Sus lágrimas en la celebración lo dicen todo.