Despedida con ovación pero sin ‘manteo’
Muchos esperaban una imagen informal del vestuario con su técnico en su adiós, pero no se acabó produciendo
La afición en las gradas coreó repetidamente su nombre nada más acabar el encuentro
Cuenta la tradición no escrita que cuando un entrenador se marcha del club con un título bajo el brazo, los jugadores escenifican en el campo un manteo público como homenaje y despedida. Sin embargo, en esta ocasión, los jugadores se olvidaron o se saltaron el protocolo y evitaron el manteo al entrenador sobre el terreno de juego en el Vi- cente Calderón. Eso no quiere decir ni mucho menos que se tratara de una despedida fría. Luis Enrique recibió nada más acabar el partido el reconocimiento de la afición que le dedicó una sonada ovación, coreando su nombre repetidamente. El culé siempre ha estado a su lado, en las duras y en las maduras, vitoreando su nombre en todos los partidos desde que empezó su aventura en el banquillo del Barcelona hace ya tres años.
RECUERDOS Tampoco faltaron los efusivos abrazos, tanto con el presidente Josep Maria Bartomeu, a la hora de subir al palco a recoger el trofeo como con los jugadores sobre el mismo terreno de juego. Especial ‘morbo’ había para constatar si se produciría el abrazo con Leo Messi, jugador con el que tuvo sus más y sus menos sobre todo tras un incidente en la primera temporada. El crack argentino y el entrenador saliente demostraron que cualquier rencilla que hubo ya es pasado y se fundieron en un abrazo que dejó bien patente que ambos supieron dar en su día un paso atrás por el bien del barcelonismo.
Lucho marcha, Leo se queda. Y la vida sigue.