UN NUEVO CENTINELA ESPACIAL PARA VIGILAR EL NIVEL DEL MAR
Los datos recabados por la misión GRACE de la NASA y el Centro Aeroespacial Alemán muestran que desde 2002 Groenlandia pierde por término medio unas 279 000 millones de toneladas de hielo cada año. De igual modo, la Antártida se desprende en ese mismo lapso de unos 148 000 millones de toneladas. Es tanta el agua que se aporta así a los océanos que, en general, no dejan de ascender; en la actualidad, lo hacen a un ritmo de 3,3 milímetros al año. De hecho, los expertos de la agencia espacial estadounidense calculan que si las grandes masas heladas del planeta almacenadas en los polos y los glaciares se fundieran, el nivel del mar podría subir unos 60 metros. Hoy, este mismo fenómeno ya amenaza con anegar amplias zonas de Asia y Oceanía –Yakarta, la capital de Indonesia, es una de las áreas afectadas– y de la costa atlántica americana –algunas simulaciones muestran que, en unas décadas, muchos barrios de Nueva Orleans o Miami podrían ser abandonados por esta causa–.
MEDICIONES ULTRAPRECISAS. Para arrojar algo más de luz sobre este asunto, la ESA, en colaboración con la NASA y otros centros de investigación europeos y estadounidenses, se dispone a lanzar el satélite oceanográfico Sentinel-6 Michael Freilich.
Este ingenio cuenta con distintos instrumentos científicos, como un altímetro de radar que mide lo que tarda una señal en alcanzar la superficie del mar y volver al satélite –ello permitirá estimar la altura de los océanos– o un radiómetro de microondas, ideado para medir la cantidad de vapor de agua presente en la atmósfera, que podría afectar a los pulsos del radar.
Si todo se desarrolla como está previsto, la nave partirá el próximo 10 de noviembre a bordo de un cohete Falcon 9, de la compañía SpaceX, que despegará de la base Vandenberg de la Fuerza Aérea de EE. UU., en California, y se situará en órbita, a 1336 kilómetros de altitud.
En 2025, está previsto enviar al espacio un segundo Sentinel-6, idéntico al primero. En conjunto, ambos inspeccionarán durante años más del 90% de las masas
La sonda Sentinel-6 –sobre estas líneas, en las instalaciones de la firma IABG, en Ottobrunn (Alemania)– empleará un altímetro de radar para medir los cambios de nivel de los océanos y el espesor del hielo en las regiones polares.