“Se puede revisar un asesinato histórico con análisis forenses”
Podría vivir e investigar donde quisiera, incluso en la cinematográfica sede del FBI. Y, sin embargo, José Antonio Lorente elige seguir trabajando en equipo desde su universidad granadina. Reclamado por su trayectoria profesional, este forense experto en
En la historiografía del siglo XXI no se puede prescindir ya de las herramientas científicas que nos proporciona la investigación forense. Los nuevos datos que surgen de la aplicación del análisis de ADN parecen borrar la tradicional separación entre los laboratorios y los archivos, división que ahora mismo ya no tiene sentido aplicada a la Historia. Y uno de los investigadores más importantes en este campo es este profesor de la Universidad de Granada. Lorente es un crack, uno de esos raros casos de científico español con currículo asombroso y que sigue trabajando en un centro de investigación especializada en nuestro país. Una persona de altísimo nivel, que al mismo tiempo es un modelo de amabilidad y sencillez. Su nombre está ya asociado para siempre a uno de los personajes históricos más importantes y enigmáticos: Cristóbal Colón. Durante años, un grupo de investigación formado por Lorente y otros científicos, como Rafael Delgado, se ha ocupado de intentar resolver un enigma pertinaz: dónde están los restos del Almirante de la Mar Océana, que fue enterrado primero en Valladolid y luego trasladado a Sevilla. Y todavía quedan algunas dudas por despejar. El conocido caso surgió porque en la República Dominicana existía una supuesta tumba de Colón, además de la que hay históricamente documentada en la catedral de Sevilla. En esta última se exhumaron los despojos muy fragmentados de varias personas y los análisis dieron como resultado que en la catedral hispalense había restos tanto de Cristóbal como de su hermano Diego y de su hijo Hernando. Es decir, que Colón está en Sevilla enterrado está más que probado; lo que todavía está por ver es que en la catedral de Santo Domingo no haya también algún fragmento del cadáver del Almirante, pues las autoridades dominicanas no han dado permiso para analizarlos y en Sevilla se conservan muy pocas partes del cuerpo. En estos momentos, un equipo trata de resolver otros enigmas de la vida de Colón como su origen y su lugar de nacimiento.
Lorente ha intervenido en otros casos históricos relevantes, como el del Príncipe de Viana, don Carlos d’ Evreux y Trastamara, hijo de Juan de Aragón y de doña Blanca de Navarra. Los despojos de este príncipe, que se dijo fue objeto de un magnicidio por envenenamiento ordenado por su propio padre, no eran los que estaban en el monasterio de Poblet, como se creyó durante siglos. Estos curiosos restos consistían en una momia con la parte superior perteneciente a un varón de 40 años (los que tenía el príncipe cuando murió) y la inferior procedente de una mujer, que parecía ser Blanca de Navarra. Pues bien, tras las investigaciones de Lorente se supo que no eran ni del príncipe ni de su madre. Se ignora a quién pueda pertenecer la misteriosa momia.
Resolver la identidad de los despojos de Simón Bolívar es otro de sus hitos en el campo histórico. En 2011 trabajó junto con un equipo venezolano en la comprobación de que en el Panteón Nacional de Caracas está realmente enterrado el Libertador. La investigación sobre las causas de su muerte todavía no es concluyente ni ha terminado. Tradicionalmente se dijo que fue la tuberculosis, pero el análisis la ha descartado; pudo tratarse de un envenenamiento y estaríamos ante un magnicidio. Su rostro fue reconstruido en parte a través de su calavera.
Además de la identificación de Francisco de Miranda ( ver recuadro), Lorente sigue interviniendo en múltiples casos de personajes históricos que, de momento, “no pueden ser de conocimiento público”, según sus propias palabras. Así que los misterios históricos se vuelven aún más interesantes y esperamos que muy pronto este científico nos desvele sus hallazgos. ¿Qué datos históricos nos puede aportar la investigación forense?
En general, múltiples y muy variados, tanto en relación con el ser humano, con datos antropológicos, genéticos, toxicológicos,