Thiago hereda el rol de Eusebio y Unzué
El metrónomo de Flick en el Bayern le ayudará a adaptarse como hicieron con Rijkaard los expupilos de Cruyff
→ Aunque de momento no esté previsto que sea a tiempo completo más allá del verano, Thiago Alcántara ya es uno más de la dinámica de trabajo de Hansi Flick, el técnico con el que alzó su segunda Champions League como jugador en el Bayern en 2020. La primera fue en 2011 con el Barça. El conocimiento del club al que llegó con 14 años ya fue clave 21 años atrás para que Txiki Begiristain eligiera a Eusebio Sacristán y Juan Carlos Unzué como ayudantes de Frank Rijkaard en su aterrizaje en el complejo mundo Barça. La historia se repite, también con Joan Laporta como presidente blaugrana.
Como ahora le ocurre a Flick, el todocampista del mítico Milan de Arrigo Sacchi podía tener referencias culés por excompañeros como Ronald Koeman, Richard Witschge, los hermanos De Boer, Jari Litmanen, Marc Overmars y Patrick Kluivert. A estos dos últimos los dirigió en su primera temporada (2003-04) en el Camp Nou. Rijkaard llegó con un compatriota, Henk ten Cate, del mismo modo que Flick se ha traído a los germanos Marcus Sorg, Toni Tapalovic y Heiko Westermann. Ahora bien, el Barça le hizo un regalo mayúsculo al completarle el cuerpo técnico con Eusebio y Juan Carlos Unzué, alumnos aventajadosdejo hancruyf fe neldream Team. Todos encajaron desde el primer día con una camaradería que aún se recuerda como una de las claves del círculo virtuoso de aquel Barça que devolvió la alegría a la afición con Ronaldinho al frente.
‘Use’ y Unzué aún se emocionan cuando hablan de Rijkaard. Compartieron cinco intensos años (20032008) pero la amistad quedó ya para siempre. De Frank valoran que quería y sabía escuchar. Unzué lo recordaba en una entrevista a MD hace tres meses parafraseando a Rijkaard. “Yo no os he estado dando la confianza, vosotros me la habéis dado a mí. Me estáis ayudando a adaptarme lo más rápido posible porque vosotros conocéis la casa y los entresijos”, les dijo Frank al poco de estar juntos. El navarro, admirable ejemplo hoy de lucha contra la ELA a sus 57 años, acababa de colgar los guantes a los 36 semanas antes con Osasuna. Con las ideas muy claras y siempre de cara de portero a portero, conectó con Víctor Valdés. Aquella gestión de la era post Van Gaal, con quien chocó el joven portero, tuvo un valor incalculable para Rijkaard, que también intervenía con el de Gavà pero en su justa medida. El trabajo de Unzué fue capital para ser uno de los mejores metas del mundo con el primer pase con sentido y héroe de la final de Saint Denis.
Eusebio, retirado a los 38 en 2002 en Valladolid, también intervino allí en el descanso para convencer a Frank. Ten Cate, el ‘poli malo’ del ‘staff’, se salió con la suya. Mark van Bommel fue titular contra el Arsenal en lugar de Andrés Iniesta, que sí fue revulsivo en la segunda mitad. Eusebio, el hombre que provocó la falta que Koeman llevó a la eternidad en Wembley, siempre fue un guardián del estilo en el Barça de Rijkaard sin una palabra más alta que otra. Frank, Eusebio y Unzué se convirtieron en inseparables, casi siempre con bromas y mil anécdotas cruyffistas (Johan les entrenó a todos) de por medio. Ayudaron a Rijkaard, un tipo ya tranquilo de por sí, a manejar el entorno.
Dos décadas después, Thiago heredará aquel rol al lado de Flick con la mentalidad de futbolista aún fresca para ser una extensión de Hansi en el diálogo con los jugadores y darle respuestas sobre el singular planeta Barça a un marciano en este contexto como el germano. Thiago será un pozo de sabiduría para el nuevo entrenador ●
Txiki eligió a sus excompañeros para dar el sello de la casa al ’staff’ en 2003
Conocían el entorno, tenían mentalidad de futbolista aún y transmitieron el estilo