¡Qué manera de sufrir, qué manera de soñar!
→ El Espanyol selló el pase a la final gracias a su defensa de jabatos y su cabeza fría
→ ¡Qué manera de aguantar, qué manera de crecer, qué manera de sentir, qué manera de sufrir y de soñar! La mítica letra de la canción que Joaquín Sabina dedicó a su Atlético de Madrid pudo bien hacérsela suya cualquier aficionado del Espanyol que se precie.
La afición perica marcó el primer gol antes de la ‘final’ ante el Sporting. El Espanyol jugaba el partido más importante y decisivo en su historia reciente y la hinchada, como siempre, no falló.
Las kilométricas colas que se vieron en las carreteras que llevan al Stage Front Stadium y el increíble recibimiento que varios centenares de aficionados hicieron al autocar que llevaba a los jugadores, hacían intuir que el ambiente sería espectacular. Todo se superó. Hacía muchos años que el coliseo perico no lucía como ayer lo hizo. Un mosaico con los colores blanquiazules rodeó toda la grada y dio la bienvenida a los de Manolo González con un aperitivo de lujo: el himno cantado a ‘capela’ por los
aficionnadods.
30.605 Se cortaba la emoción, se notaba que el encuentro iba a entrar en la historia del club. Y así fue. Una noche que acabó con final feliz para una hinchada que merecía un alegrón.
Manolo González hablaba en la previa del partido que el duelo se debía tomar como si de una Champions a doble partido se tratase. “Cabeza fría” repitió el entrenador
El primer golpe lo dio la afición con su espectacular apoyo, una comunión brutal
en varias ocasiones y sus jugadores siguieron sus órdenes, aunque Omar vio una roja directa más que rigurosa por una entrada a destiempo que no manchó su buen partido pero que le impedirá jugar en Oviedo el domingo.
Un día más, el Espanyol estuvo enemistado con el gol, asignatura que debe intentar aprobar como sea en la gran final ante un Oviedo que ya ha demostrado que es cualquier cosa menos un enemigo fácil. En el Tartiere, la puntería debe afinarse y debe ser la hora de Braithwaite y compañía. El trabajo defensivo debe seguir siendo inmaculado para rematar en casa la vuelta a Primera en la verbena de San Juan. Vive el Espanyol ●