Primera, cerca
→ El Espanyol se metió en la final por el ascenso tras el sufridísimo empate logrado ayer ante el Sporting → Pese a acabar con diez por la expulsión de Omar, aguantó el acoso final y se medirá ahora al Oviedo
→ El Espanyol estará en la final del playoff por el ascenso. ¡Que sí, joder, que vamos a subir! El grito unánime que estalló en el coliseo perico tras consumarse el pase del Espanyol a la final, el penúltimo escalón para volver a Primera. Primera parada, el domingo en Oviedo y el día 23, la verbena de Sant Joan, la vuelta en un Stage Front Stadium que ayer fue determinante gracias al brutal apoyo de una afición excelsa.
Empató el Espanyol a cero ante el Sporting, un empate de oro, sufridísimo y taquicárdico jugando con diez por la expulsión de Omar ya en el descuento y cuando más apretaban los asturianos. Pero el Espanyol hizo bueno el gol de la ida en El Molinón, un triunfo que unido al trabajadísimo y sufrido empate de ayer llevan al equipo catalán a la gran final. Se cayó el estadio, en comunión con el equipo perico por primera vez en muchos meses. El Espanyol mandó y tuvo ocasiones para haber marcado pero le faltó puntería en los metros finales ante un Sporting que se creció en la recta final. Pero el equipo catalán aguantó la embestida en inferioridad y mantuvo la portería a cero, sufriendo sangre.
Empujado por el ambientazo que se vivió en el estadio desde el primer suspiro, el Espanyol pudo avanzarse ya a los pocos segundos. Una brutal contra acabó con un disparo de Puado a la nubes, cuando ya se cantaba el gol. Braithwaite, en dos ocasiones, fue el perico con más hambre.
El duelo se equilibró, llevando la iniciativa el Espanyol pero el Sporting olió sangre y se fue arriba. Braithwaite y Nico Melamed merecieron el gol, pero les faltó pólvora. Achuchaban los pericos, pero las ocasiones más claras fueron visitantes, pues Otero y Mario González pudieron mojar.
Ya en la segunda parte, en el 65’ Braithwaite mereció marcar pero su disparo de primeras lo escupió el poste. El Sporting sacó toda la artillería en pos del gol y Otero le perdonó la vida al Espanyol en un par de lances envenenados.
Largo descuento y los marcapasos trabajando a destajo. Y todavía quedaba la polémica de la noche. Omar vio la roja por una entrada sobre Campuzano, un castigo que se antojó excesivo y el Espanyol con diez con descuento por delante. Sufrimiento brutal hasta el 96’, con un Sporting que se volcó con todo ante un Espanyol que puso sangre, sudor y lágrimas para aguantar un empate a cero que lo mete en la final. Primera División está más cerca ●