Una Euro de nombres
Para ilustrar las portadas de las previas de los partidos los medios eligen al jugador rival más emblemático. Si el adversario es Francia sería Mbappé; Bélgica, De Bruyne; Inglaterra, Kane; Alemania, Gündogan o Portugal, Cristiano. ¿Qué jugador elegirían los diarios del país que se enfrentarán a España? Hoy, posiblemente, Lamine .Hay también quien optaría por Rodri. La juventud, el descaro y el desborde, frente a la solidez, la autoridad y el fútbol solidario. Hay otras selecciones en las que se puede dudar. Por ejemplo, en Inglaterra se podría también utilizar a Bellingham. Esta da la sensación de que será una Eurocopa de nombres, posiblemente más que de equipos. De resultados apretados en un fútbol cada vez más igualado (las finales de las dos últimas Eurocopas se decidieron en prórroga una y por penaltis la otra). Con mayor peso en las áreas que en el mediocampo. Pero, como siempre sucede, todas las profecías son destrozadas en tres o cuatro detalles que acaban por enmarcar otro acontecimiento al diseñado en la previa.
SERÁ UNA EURO SIN HAALAND, baja notoria al no estar Noruega. Tampoco estará Courtois, por desavenencias con el seleccionador belga. No se entiende mucho la baja de Grealish en Inglaterra ni las de Hummels y Goretzka en Alemania o Locatelli en Italia. Como hay quien piensa que en la selección española se debería haber convocado a Cubarsí. Valdrá la pena poner el foco en los jóvenes como Lamine o Nico; Arda Güler con Turquía; el del Atlético Vermeeren con Bélgica o el francés Zaïreemery. España saldrá entre los favoritos, con Francia, Portugal, Alemania, Inglaterra o las sorpresas de cada evento, esas selecciones rebeldes que se cuelan, sin olvidar a Croacia, Países Bajos o Bélgica. Es a final de temporada, con pasión en las gradas y menos fuerza en el terreno de juego, pero con el indudable interés del fútbol de elite en su máxima expresión ●