El Arsenal cumple y habrá final de infarto en Premier
→ Trossard tumbó al United y puso líder al Arsenal, pendiente del Tottenham-city de mañana
→ La última jornada de la Premier League no será apta para cardíacos. El Arsenal tenía que torear en una complicada plaza como Old Trafford para seguir teniendo opciones de ser campeón y venció por la mínima al Manchester United (0-1) para conseguir arrebatarle el liderato al City, por el que compite por el título.
No había otra opción que no fuera la de ganar para los de Arteta. De lo contrario, se podrían haber despedido del título el martes, y es que los de Guardiola, aunque ahora son segundos, juegan un partido pendiente ante el Tottenham que de ganar los pondrá primeros y con ventaja para acabar revalidando en el último duelo del calendario.
Lejos de querer mirar en una bola de cristal, el Arsenal salió a Old Trafford con su mejor once y con mucho empaque. Se trataba de ganar como fuera y no importó dominar ni jugar bien, eso no siempre hace a un equipo campeón. No tomó confianza Arteta de un Manchester United plagado de bajas, pero que tenía que ganar para aspirar a jugar en Europa la próxima temporada, algo que ya está casi descartado matemáticamente.
Trossard volvió a ganarle la partida en el extremo izquierdo a Martinelli y no tardó en justificar el motivo. En gran medida gracias a Casemiro, que una vez más volvió a dar la nota para mal. El ex del Real Madrid, que seguramente se despida
Preocupación por Saka, que se fue lesionado y es duda para jugar ante el Everton
del fútbol europeo este verano, se durmió tirando la línea y habilitó a un descolgado Havertz, que fue quien asistió al belga para marcar al primer toque (20’).
La primera misión se había conseguido, y la segunda era no encajar. No es que lo pusiera muy complicado el United tampoco. Sin ideas ni jugadores diferenciales, sus limitados recursos no hicieron casi ni sudar en el primer tiempo a Saliba y Gabriel en el eje de la zaga. Tampoco a Raya, que más allá de tener que estar atento a los centros laterales estuvo cómodo en todo momento, así como también seguro.
Una tónica calcada también en el segundo tiempo. O parecida, porque se intentó revelar Garnacho entre el desespero futbolístico de Old Trafford. El argentino demostró estar por encima del nivel del resto de sus compañeros y eligió hacer la guerra por su cuenta. Desbordó e hizo la vida imposible a White, pero estando tan solo la tarea fue misión imposible.
El único que estuvo a la altura de Garnacho fue Onana. El camerunés tuvo varias intervenciones de mérito, especialmente una a tiro de Gabriel Martinelli, para evitar que el Arsenal matara el partido. La buena noticia para los ‘gunners’ es que no lo necesitaron porque el final fue plácido. La mala, que Saka se tuvo que retirar lesionado y es duda para la última jornada ●