Las tres excusas innombrables que marcan la temporada

Hay cosas que no son excusas, son realidades: el penalti a Raphinha en Vallecas es tan palmario como el cometido sobre Araujo en Getafe, también en el minuto 93. Jugando igual de mal, el Barça debería tener 4 puntos más y, mira por dónde, estaría empatado con el Madrid de Bellingham. Pero resulta que, ahora, incluso está mal visto denunciar las polémicas arbitrales que, como dice Xavi, “esta temporada sale cruz”. Sabiendo que lo de Negreira ,el Barça lo está ya pagando, y que el equipo deambula, y Lewandowski ha perdido la magia, y que Joao Félix lleva 12 partidos sin marcar y que los errores individuales en Mallorca y Granada condenaron a sendos pinchazos, hay tres factores que no se enumeran jamás y que también explican la crisis de juego. 1. Es el primer año sin Sergio Busquets. El fútbol del Barça, y su cacareado ADN, pasa por su mediocentro. Su talante y su talento marcan, para bien y para mal, la construcción del juego y la forma de rearmarse sin balón. La prioridad del míster era Zubimendi y finalmente llegó Oriol Romeu . Tras 15 de años de Busi, la desorientación es lógica. 2. La plantilla estaba pensada con Dembélé. Para Laporta era mejor que Mbappé y, para el entrenador, era el desequilibrio, el uno contra uno y la velocidad, por dentro y por fuera. Montaron el equipo creyendo que se quedaría y abriría las defensas y ahora vas con la perla Lamineyamal, de 16 años, jugándotela porque es el mejor de los que quedan. Pero tiene otras virtudes. Y 3: Montjuïc no es el Camp Nou. La temporada en el exilio tampoco es fácil para los jugadores. Aclimatarse a la no-casa les cuesta horrores ●