La imagen y el contexto
Lewandowski evitando chocar la mano con Lamine Yamal fue la imagen del día
El instante de Lamine Yamal tendiendo la mano a Lewandowski y el polaco ignorándole se convirtió en una de las imágenes de la jornada. Se repitió en bucle, se pusieron círculos en las zonas más susceptibles de la escena y se puso a debate su gravedad. Luis García comentaba en Cuatro: “Hay un incendio entre la joven perla y el veterano que no está rindiendo”. En Telecinco, Manu Carreño subrayaba el “feo gesto del polaco”. Y añadía: “Dice muy poco del polaco esta reprimenda a Lamine”.
El gesto de Lewandowski es, sin duda, un desprecio al joven jugador. Una reacción que incluso podría afectar a la confianza de Lamine del mismo modo que Xavi cree que pasa con la prensa. La imagen no admite matices. Pero luego, aparece el contexto. En el Telediario de La1 calificaban la reacción del polaco de “poco elegante” y el vídeo que ilustraba la polémica subrayaba la negativa a chocar la mano y la bronca posterior. Pero también anunciaba cómo después “llegó la reconciliación y los consejos del delantero de 35 años a otro que está empezando de tan solo 16”. Y añadía: “El gesto fue feo, aunque antes había celebrado el gol del empate con Lamine y siempre ha ayudado a los más jóvenes del equipo”. En Cuatro, el vídeo también mostraba como, tras el segundo gol, Lewy buscó a Lamine para ponerle el brazo en el hombro y compartir con él algunas valoraciones del partido. En El Golazo de Gol, tras enseñar hasta cuatro puntos de vista distintos del gesto del polaco, mostraban como al final la interacción entre ambos parecía ser cordial e incluso pedagógica.
Este contexto, con más matices y con un final más amable, no exime al polaco de su responsabilidad en el campo y con los más jóvenes. Y, seguramente, el impacto que ha provocado la imagen servirá para que la próxima vez se ahorre otro mal gesto. Pero también es verdad que limitarnos a la peor imagen, prescindir del contexto posterior o apuntar a un “incendio” entre ambos, es quedarnos solo con la parte más agria de la historia. Pero no hay mal que por bien no venga. A nivel mediático, esta imagen ha servido para sensibilizar sobre la importancia de proteger o cuidar a los más jóvenes ●