El Barça, al trabajo con Gonzalo
→ Empieza hoy la pretemporada con la idea de ponerse enseguida manos a la obra para aclarar cuanto antes el futuro del capitán
→ “No podemos tener todo o gran parte del dinero en la portería”, dijo el mes de junio pasado el coordinador deportivo del Barça de balonmano, Joan Marín, que en aquella rueda de prensa posterior a la Final Four de la Champions no pudo asegurar al 100% si Gonzalo Pérez de Vargas, pretendido por el THW Kiel, jugaría esta temporada 2023-24 en el equipo azulgrana.
“Casi seguro que Gonzalo continuará, pero no hay nada definitivo ni imposible. Gonzalo tiene dos años más de contrato y queremos que se quede con nosotros. Es un jugador de la casa y un portero excepcional, pero si tiene una oferta por unas cantidades ahora mismo inasumibles, teniendo en cuenta que tenemos a otro gran portero y que no podemos tener todo o gran parte del dinero en la portería, entenderíamos perfectamente si se va. La decisión está en sus manos y esperaremos”, explicó aquel día Marín. El danés Emil Nielsen es el otro gran guardameta del Barça.
En un contexto de recortes económicos impuestos por el club a todas las secciones para cumplir con el plan de viabilidad para el fútbol, el equipo catalán vuelve hoy al trabajo y al menos la primera incógnita entre el Barça y Gonzalo, de 32 años, está despejada: el toledano jugará esta temporada a las órdenes de Carlos Ortega.
Era lo esperado, también teniendo en cuenta la situación personal de Pérez de Vargas, que espera en principio para septiembre el nacimiento de su primer hijo y, por tanto, la tranquilidad familiar era mayor siguiendo en Barcelona.
El Kiel, además, ya tenía cubiertas las espaldas tras la salida este verano de Niklas Landin. El conjunto alemán ya fichó meses atrás a Vincent Gérard para cubrir la baja del danés y formar su pareja de porteros junto a Tomas Mrkva.
Sin embargo, el francés y el checo acabarán sus contratos en junio de 2024 y ahí es donde Gonzalo ya sería una prioridad para el Kiel, que debería negociar su salida con el Barça, cuyo contrato con el toledano expira en junio de 2025.
Oferta sobre la mesa
El Barça ya ha trasladado también a Gonzalo su oferta de renovación más allá de 2025. Obviamente, el deseo del club es que continúe en el Palau, pero si el portero decide cambiar de aires quiere saberlo cuanto antes para encontrar con tiempo a un sustituto de garantías en la portería, la posición más determinante del balonmano y, por tanto, donde es básico contar con una pareja de primera fila.
En ese escenario, la idea del Barça es ponerse enseguida manos a la obra para resolver cuanto antes esta cuestión. La pelota está en el tejado de Gonzalo, que ya dijo meses atrás que quería pensar bien la elección junto a su familia, es decir, si seguir en Barcelona o, en caso de decidirse por el Kiel u otra oferta, irse en 2024 o a final de su contrato en 2025.
Dada la ascendencia de Gonzalo sobre la afición y su trascendencia en el equipo tanto dentro como fuera de la pista, qué decisión tomará el capitán marcará inevitablemente la agenda del Barça de balonmano, de ahí que lo recomendable para todos es que, dentro de lo posible, sin prisa pero sin pausa, se aclare su futuro cuanto antes para que todo el mundo esté centrado en lo fundamental: la inminente temporada 2023-24 y el reto de reconquistar la Champions a pesar de la importante baja del mejor pivote del mundo, Ludovic Fàbregas, ahora en el Veszprem.
Cerrado también el acuerdo para rescindir el contrato de Luka Cindric, el Barça no tiene previstos más movimientos y tendrá a 17 jugadores en el primer equipo ●