El último baile de Piqué
Piqué pudo retirarse del fútbol por la puerta grande, con despedida multitudinaria, cuando y como él quiso. Un adiós emotivo, improvisado y con un punto de riesgo, pues mezclar lo festivo con lo competitivo puede llevar a disgustos. Por suerte para Piqué ylos miles de culés que quisieron acompañarlo en este día tan especial, la pelotita al final quiso entrar permitiendo un adiós a la altura para uno de los mejores defensas de la historia del club azulgrana.
No ha sido un final perfecto, como casi nunca lo es en el fútbol de élite, pero Piqué quiso evitar alargar más de la cuenta su salida y terminar yéndose por la puerta de atrás. Si hay alguien que sabe de
‘show business’ es Gerard Piqué ,queha conseguido que los que le pitaban hace dos semanas se convirtieran en fans incondicionales. Camisetas con el número 3, pancartas elogiosas e incansables coros a“Piquenbauer” en un Camp Nou que, solo dos partidos atrás, le había bajado el pulgar. Piqué pagó los platos rotos de la eliminación europea con un público incentivado por el club que quiso poner a sus capitanes en el disparadero. Incluso para alguien que se siente extremadamente cómodo estando en la picota fue demasiado. Se va un culé de pura cepa que hizo realidad su sueño de jugar en el Barça demostrándole a Louis Van Gaal que ese joven espigado sí que tenía madera para ser defensa central azulgrana y, ya de paso, ser el mejor del mundo en su momento y ganarlo absolutamente todo, tanto con su club como con la selección. El tiempo y la memoria pondrán a Piqué en el lugar que le corresponde, olvidando los últimos meses de sinsabores. Piqué terminó su último baile en el Camp Nou con una promesa: “Volveré” ●