Mbappé ilumina a un mal PSG
→ El francés se entendió con Messi en el descuento para sumar un triunfo paupérrimo contra el Rennes
→ En una noche mediocre, apareció Mbappé para alumbrar al PSG. A la espera de que comunique qué va a hacer con su futuro, responde sobre la cancha como un jugador ejemplar. El club parisino volvió a aferrarse a la magia del galo para arreglar un partido contra el Rennes en el que apenas intimidó (1-0). Era una buena ocasión para asustar al Real Madrid pero el aperitivo de la Champions se quedó escaso. Con Kylian no siempre bastará para ganar, menos aún en Europa.
La indiferencia se adueñó del PSG en un mal primer tiempo en el que escasearon las noticias en el campo. Irritados con el equipo, los más radicales tardaron media hora en entrar al estadio como protesta por la falta de compromiso. A nada para recibir al Real Madrid, el ambiente no es el mejor. Falta comunión entre unos y otros. El cuadro de Pochettino tampoco transmitió ante un Rennes que, como a otros muchos, le bastó con ordenarse atrás.
Era una buena noche para dejar de dar tumbos pero el PSG no disipó dudas. Ni un solo remate contabilizó hasta el descanso. Con la Ligue 1 amarrada se ve autorizado para regular sus esfuerzos, sin reparar
Los ultras llegaron media hora tarde por su enfado con el rendimiento del equipo
que ante el Real Madrid no va a poder concederse un respiro. Mbappé probó sin suerte desde la frontal. A pesar de que se encontró con Messi, fue fuera de la zona de influencia. Lejos del área, un bálsamo para un Rennes que se asomó en los primeros minutos al arco de Keylor Navas.
Hay un PSG en estático y otro en carrera. El primero es plano, sin muchas más convicciones que la de esperar una genialidad de alguna de sus estrellas. El otro se siente como pez en el agua. Con espacios por correr es otra cosa bien distinta. Ocurre que el Rennes no le dejó demasiadas oportunidades para galopar. En el único despiste que tuvo, Mbappé remató a la ma- dera. Fue la mejor ocasión de un PSG al que le falta tener un plan B.
Alguna pincelada y poco más fue lo que ofreció el cuadro parisino. Ese fue el pobre balance en la antesala de la Champions. La in- operancia apeló a Pochettino, que introdujo a Wijnaldum y Di María en busca de alguna solución. Fue en balde hasta que apareció el de siempre: Mbappé. A falta de tener mejor estructura, apareció el fran- cés en el descuento en un contra- golpe llevado entre Icardi y Messi para que el 7 definiera a la base de la madera. En los peores momen- tos siempre está Kylian. El PSG quiere que sea más allá de junio ●