Punto de orgullo para el Sevilla
→ Papu y Óliver evitan la primera derrota en casa de los de Nervión ante un Celta que se fue al descanso con 0-2
→ El Sevilla, con Lopetegui entre las bajas, rozó la remontada en una segunda parte heroica ante el Celta, un equipo que demostró por qué llegaba a Nervión como el cuarto mejor equipo fuera de casa. Un 0-2 al descanso levantó la inquietud en el equipo andaluz, uno de los más seguros de la Liga en casa, pero la reacción fue evidente y con los goles de Papu Gómez y Óliver Torres igualaron un duelo que estuvo muy cerca de caer del lado local con un cabezazo del extremeño al poste.
El Sevilla, con Pablo Sanz en el banquillo por segunda jornada consecutiva por el positivo por Covid de Lopetegui, llegaba al duelo con la intención de volver a saborear la victoria tras la derrota ante el Betis en la Copa y el empate en Mestalla, pero sigue en su calvario de lidiar con una larga lista de bajas. Llegó a tiempo Dmitrovic, pero Koundé volvió a quedarse fuera y en el banquillo se sentaban hasta seis canteranos.
El Celta golpeó con gran efectividad en la recta final de una primera parte en la que el Sevilla evidenció problemas en el perfil izquierdo de su defensa, donde Rekik y Acuña ya vieron cómo los celestes los avisaban en un par de ocasiones antes de los goles. Sin duda, el equipo local acusó la baja de Koundé y el cambio de Diego Carlos al perfil derecho.
Con Tecatito Corona, en su debut en Nervión y como titular, el Sevilla se mostró espeso ante un Celta bien ordenado. La mejor ocasión de los blanquirrojos llegó justo antes del 0-1 en un doble remate de Tecatito y de Acuña, éste tras el rechace de Dituro. Cervi, de un fuerte zurdazo, resolvió a la contra tras un primer intento de Santi Mina.
Dmitrovic, que había rechazado el disparo del delantero, estaba en el suelo y no tuvo tiempo de reaccionar tras el remate del argentino. El partido embocaba el descanso y el golpe de los celestes tenía su importancia, pero tres minutos después, en el 40, Aspas daba otro golpe al aprovechar un pase de Brais.
Salían tras el descanso Papu, Óli- ver y uno de los chavales, Iván Ro- mero, y cambiaba a una defensa de tres con carrileros para buscarle las cosquillas al Celta. Y fue el argenti- no, de un zurdazo a la escuadra, el que inició la reacción. El extremeño empató con un punterazo y rozó el tercero con un cabezazo al poste en un tramo final loco en el que tam- bién pudo marcar Aspas ●
Cervi y Iago Aspas anotaron en un primer tiempo de gran efectividad del cuadro gallego