La derrota de los que ganan
s increíble el poco valor que se le está dando a la victoria. Ya no solo con el Barça, al que la mayoría de cronistas anularía sus triunfos si el resultado final lo tuvieran que decidir como si fueran jueces de boxeo o gimnasia. Hay quien piensa que Barça y Madrid tienen la obligación de ganar siempre, independientemente del rival que tengan. Y el triunfo tiene que ser convincente. Y a ser posible humillando al adversario. Muy pocos piensan en el trabajo del rival, en el tiempo que el entrenador de la Real Sociedad o del Betis se han comido el coco durante la semana para intentar sorprender al grande. Puede que Zidane se equivocara en la elección del equipo que jugó en el Benito Villamarín, pero el planteamiento de Rubi y la presión que tiene por escapar de la zona de descenso agigantaron al
Betis. Si hay un equipo en la Liga española que esté practicando el mejor fútbol ese es la Real Sociedad, que por algo le endosó cuatro al Madrid y está en la final de la Copa. De ahí que el triunfo conseguido por el Barça el sábado pasado tenga un valor inmenso, que muy pocos han apreciado, y han atribuido al VAR como si el penalti no hubiera sido clarísimo. Que los grandes del fútbol español estén intercambiándose el liderato no convierte a la Liga en una Liga patética, ni se la llevara el menos malo. El nivel de los llamados pequeños ha subido y cada vez es más difícil sacar un triunfo.
Yo prefiero esta Liga a la Premier, donde el primero le saca 25 puntos al segundo, 32 al tercero y 34 al cuarto ●