Arthur, en Wembley
El joven brasileño llegó al mejor sitio en el peor momento del equipo y estuvo impecable. Cuando Leo Messi le señaló por encima del resto, tenía razón
Sònia Gelmà, en el ‘Tot Costa’ del 3 de septiembre, le preguntó a Messi sobre las incorporaciones del Barça para el recién estrenado ejercicio. Leo, que dejó una pila de titulares en esa entrevista, fue rotundo con respecto a uno de sus cuatro nuevos compañeros: “Si tengo que citar a uno me quedo con Arthur, que me ha sorprendido porque no le conocía mucho. Salvando las distancias, tiene un estilo muy parecido al de Xavi, quiere siempre la pelota, no la pierde, juega en corto, es muy fiable, muy seguro”
Exactamente un mes después, y tras participar con cuenta gotas en la Liga (86’ en 3 partidos), Valverde situó a Arthur en el once titular del Barça en Wembley. El joven brasileño, 22 años, llegaba al mejor sitio en el peor momento. El Barça venía de perder 7 de los últimos 9 puntos de la Liga y la visita a Londres para medirse al Tottenham implicaba la mayor dificultad de cuantas se habían afrontado. Arthur, sin embargo, jugó como si lo hubiera hecho siempre. Cada semana. Haciendo lo que sabe hacer, respondiendo al retrato robot que había hecho Messi en Catalunya Ràdio.
Con un dibujo distinto (4-3-3 para atacar y 4-4-2 para crear y defender), el Barcelona tuvo desde el primer minuto el control del partido con Arthur dando pausa, jugando fácil, pensando en plural y sin perder un balón. Impecable. No llegó, porque hasta ahí, hasta el nivel de Messi quien, de nuevo, fue el mejor regateador, el mejor goleador, el mejor pasador y el líder indiscutible de un grupo que demostró poder jugar al fútbol mucho mejor de lo que venía jugando. Cuestión de orden. Juego de posición y equilibrio.
Arthur se fue del campo a los 87 minutos y en su lugar entró su tocayo Vidal, que representa todo lo contrario. Nada más pisar el campo, el chileno ya estaba metido en una trifulca y en cuanto terminó el partido colgó en las redes un emoticono con cara de cabreo por su casa participación. Vidal, a diferencia de Arthur, piensa en singular. Convendría que alguien le recordara que aquí todavía no es nadie para reclamar minutos. Y convendría también que el brasileño tuviera continuidad. Cuanto está se nota y cuando no está, también. Lo que vimos en Londres le pone las cosas bastante fáciles a Valverde teniendo en cuenta, además, que lo próximo es Valencia en Mestalla. En Londres nadie echó de menos a Dembélé pero en cambio todo el mundo se preguntó dónde había estado Arthur todo este tiempo