“esta real de imanol enamora”
Juan ‘el Negro’ Gómez es un txuri urdin argentino. Tanto, que lleva, literalmente, tatuado el escudo de la Real en su cuerpo tras el grato recuerdo que le dejó en el paladar los años en los que estuvo en Donostia defendiendo la elástica blanquiazul. Tan es así que, aún hoy, años después de su paso por el club de Anoeta, sigue hablando de la Real en primera persona. “Tenemos un equipo que ilusiona”.
¿Cómo ve a la Real actual?
Probablemente, estamos pudiendo disfrutar de la mejor Real de los últimos tiempos. Me hubiese encantado poder jugar en una Real así. A día de hoy, creo que tenemos un equipo protagonista y que nos estamos acostumbrando a viajar por Europa.
Hace tiempo que no tenemos ningún argentino en el equipo. ¿Le gustaría volver a ver alguno?
Yo creo que he dejado el listón muy alto (risas) y es difícil que pueda venir alguien que me iguale. No, ahora en serio, yo creo que la Real se está abriendo a otros mercados, y no lo está haciendo mal. Creo que
Rulli fue el último argentino que se afianzó, pero seguro que pronto volverá a haber alguno porque pienso que la garra y el carácter argentino siempre suma.
¿Tiene algún nombre que podría irle bien a La Real?
Te puedo decir que hay un defensa central en River, un chaval de 21 años, Daniel Zabala, que viene con una gran proyección y que indudablemente tiene futuro como defensa central de la selección argentina. Creo que podría ser un buen elemento para la Real.
¿En su día llegaron a plantearle desde la Real hacer alguna labor de ‘scouting’ en Argentina?
No, en realidad eso siempre fue un deseo más bien mío. Pero nunca he tenido la suerte de que me puedan dar esa posibilidad. Y a estas alturas ya no lo espero, por supuesto. Siempre lo he deseado, pero ya no.
En su día usted dejó la Real por el Atlético. Ahora que Le Normand suena para ese club, ¿qué le parece esa posibilidad?
Eso ha pasado siempre en la Real Sociedad, que ha fichado extranjeros ‘baratos’, por decirlo de alguna manera, y después ha vendido por más dinero. Luego, a la hora de marcharnos, hemos dejado un buen dinero en las arcas del club. No siempre se puede mantener a futbolistas del nivel de Le Normand, especialmente si hay equipos más poderosos económicamente que están detrás de ellos.
¿Entiende que a algunos seguidores realistas les duela que se vaya concretamente a ese club? Entiendo el enfado de la gente cuando un futbolista como Le Normand, que es muy querido, y que ha salido de la cantera, se quiera ir.
¿Qué recuerda de su paso por el Atlético de Madrid?
En mi caso, indudablemente, el club de mi vida es la Real Sociedad. De todos los clubes donde he estado es al que más quiero. De hecho, tengo un tatuaje del escudo del club, pero yo he sido feliz en todos los sitios donde he estado y he dado lo máximo de mí en cada lugar donde he jugado. Del Atlético de Madrid no tengo el mejor recuerdo porque una lesión me termina dejando fuera de los campos. Así que, en ese sentido, al Atlético no pude darle ni siquiera el 50 % de lo que yo podía darle como profesional y como futbolista.
Le tocó vivir el asesinato de Aitor Zabaleta como jugador de la Real, antes de firmar por el Atlético, ¿qué recuerda de ese día?
Yo, lamentablemente, y lo digo con todo respeto porque hay una familia detrás, siempre he dicho que ese fue el mejor partido que he jugado en mi carrera. Aunque, después, se transformó en el partido más triste de mi carrera.
Usted fue, de hecho, el primer jugador de la Real que se fue allí
después de ese asesinato. ¿Cómo lo vivió?
La verdad es que yo no estoy arrepentido de nada de lo que he hecho en mi carrera. Indudablemente, de no ser por Javier Clemente, quizás hubiese terminado mi carrera en la Real Sociedad. Porque, de hecho, fue él quien me empujó a que me fuera de la Real porque no contaba conmigo. Y como profesional yo quería seguir demostrando que estaba fuerte como para seguir jugando en la elite del fútbol español.
¿También tuvo ofertas de clubes italianos muy potentes?
Bueno, yo había tenido propuestas anteriormente de la Juventus y del Milán. Y las deseché por quedarme en la Real Sociedad porque estaba muy feliz. Pero eso había sido antes. Luego ya lo único que me surgió fue lo del Atlético y me dije: “Bueno, antes de aguantar aquí a este ‘cabrón’, me voy a jugar al Atlético de Madrid”.
¿A qué se dedica ahora?
Trabajo en intermediación de futbolistas por las muchas relaciones que me han quedado a lo largo de tantos años en el fútbol. Ahora acompaño como profesional a Daniel Zabala, que es el defensa central que está en River del que he hablado antes.
Recientemente ha estado en el décimo aniversario de una peña de la Real en Barcelona. ¿Por el club txuri urdin se apunta a un bombardeo?
El presidente de esa peña es José Luis Arbas, mi amigo. Más que eso, es un hermano que encontré. Me parecía que estaba bien acompañarlo en este momento tan importante para ellos. Y siempre que sea algo relacionado con mi debilidad, que es la Real Sociedad, siempre intento estar.
¿Llegó a coincidir con Imanol y con Olabe en el equipo?
Sí, Roberto Olabe es un gran amigo mío, al cual estoy muy agradecido por muchas cosas. Siempre que estoy por Donostia me atiende muy bien en su casa con toda su familia. Realmente fue el primero que me abrió las puertas de su casa cuando yo llegué a la Real. Tenemos una gran relación, un gran cariño por él y su familia y le tengo un gran respeto profesional. Y con Imanol también he coincidido. Yo me pongo muy feliz de que las cosas le vayan tan bien porque es una gran persona. Pero más allá de todo eso, su equipo es la propia imagen de Imanol. Es un equipo que lucha, que juega bien, que nunca se da por vencido, que siempre está peleando por cosas importantes.
Y eso que de jugador era más bien tímido, según Toshack.
Sí, se hace un poco raro verle ahora transmitiendo tanto cuando era un jugador más bien callado. Imanol era más bien tranquilo, pero mira cómo se terminó transformando en uno de los mejores entrenadores del fútbol español. La verdad es que estoy muy orgulloso de él, porque me parece que sigue manteniendo la misma humildad que en aquel momento en que yo lo conocí.
A usted que ha sido mediocentro, ¿qué le parece Zubimendi?
Bueno, primero que ha crecido mucho. Es un jugador que tiene carácter, tiene ubicación y tiene el valor agregado de que es de la casa. Creo también que es un chico que no ha alcanzado su techo aún. Ojalá que no pase, pero creo que nos lo van a terminar robando equipos importantes porque es un futbolista con una proyección tremenda.
¿Cree que aún sería bueno para él seguir en la Real?
Creo que sería muy doloroso que se fueran Le Normand y Zubimendi porque son piezas claves en el equipo. A Zubimendi, de cara a su progresión, le vendría muy bien seguir en la Real. Creo que es un chico que tranquilamente puede llevar el brazalete porque reúne todas las condiciones: personalidad, humildad, tiene mucha ubicación, tiene entrega, tiene todo lo que necesita un futbolista en la Real Sociedad.
¿Y qué me dice de Merino?
Merino es una debilidad mía porque me parece que es un jugador muy exquisito. Quizás es un Javi de Pedro moderno y me encanta ese tipo de fútbol. Por esa razón, es también una tentación muy grande para clubes muy poderosos.
Ahora que menciona a Javi de Pedro, ¿está al día de que no está atravesando su mejor momento?
Sí, no solo estoy al día, también estoy triste y apenado por él. Javi es una gran persona y, de hecho, a un amigo en común le pedí que me averigüe qué día se puede ir a visitarlo porque me gustaría ir a verlo antes de regresar a Argentina. Tengo mucha relación con él, pero también empatía de saber que todos nos equivocamos. Evidentemente no estoy de acuerdo con nada de lo que pudo haber hecho, porque yo no lo haría. Pero sí que tengo la empatía de saber que si un amigo o un compañero necesita de un abrazo mío me encantaría, si está a mi alcance, poder dárselo