“¿LA OLA? A MÍ ME PREOCUPA LA NOCHE DE BARCELONA”
Hace 32 años Italia llegó a la Copa América de vela, vía Louis Vuitton Cup, de la mano de Raul Gardini con ‘Il Moro di Venezia’. Ganó la competición de los challengers en San Diego y optó a la Jarra de las Cien Guineas perdiendo la final ante el ‘America 3’ de Bill Koch (41). En 2000, en Auckland, como Prada Challenge, los ‘azzurros’ se llevaron nuevamente la LVC y cayeron en la final ante el ‘Team New Zealand’ (5-0). En la última edición (2021), también en Auckland, victoria para el ‘Luna Rossa Prada Pirelli’ en la entonces rebautizada Prada Cup y nueva derrota en la lucha por la Jarra ante los kiwis (7-3). Con Max Sirena, Team Director & Skipper del Desafío Italiano, en un encuentro de prensa internacional en Cagliari al que asistió
Mundo Deportivo como único diario nacional, hablamos de la historia y de lo que espera de su equipo en Barcelona. Y curiosa (y divertida) fue la revelación hecha de lo que más le preocupa en la cita de agosto a octubre en la
Ciudad Condal.
¿Con qué expectativas afronta Luna Rossa Prada Pirelli la 37ª Copa América en Barcelona?
Lógicamente trabajamos con el objetivo de ganar la Jarra de la Cien Guineas. Esperamos contar con el apoyo de la gente española, somos vecinos y latinos.
Italia lleva más de 30 años luchando por conquistar la Copa América, y concretamente el desafío del Luna Rossa Prada Pirelli desde 1997. ¿Añade este deseo más presión al equipo?
No lo creo, no pienso que tengamos una presión adicional. La presión es simplemente no conseguir lo que queremos y por lo que trabajamos. Yo creo que si somos capaces de transformar la presión que nos puede rodear en motivación, tendremos mucho ganado, ese es el objetivo. Cada día trabajamos para ello, intentamos proteger al equipo, su entorno, transmitirle energía positiva y cuando se llega a este nivel de competición y sofisticación lo único que quieres y buscas es llegar al evento preparado y en las mejores condiciones.
¿Por qué siguen aún en Cagliari y no han optado por instalarse ya en la base de Barcelona?
Es solo una cuestión de facilidades. Aquí tenemos una base más grande de la que tendremos en Barcelona, podemos trabajar mucho mejor en el ‘set up’ y la configuración del barco pero nuestra intención es trasladarnos a Barcelona en dos semanas y para principios de junio estar a pleno rendimiento en la base catalana. Todo está perfectamente organizado, ya estuvimos el año pasado con los AC40 y debo decir que nos sentimos como en casa cuando regateamos allí. No creo que suframos en el traslado de Cagliari a Barcelona.
El pasado 14 de abril se botó en la base del equipo transalpino el nuevo AC75, que asombró por sus líneas aerodinámicas. Dos años y
más de 70.000 horas de trabajo de diseño y construcción, todo un desafío para Horacio Carabelli, de 56 años. ¿Colma el barco todas las expectativas creadas?
Solo hemos podido navegar una semana y no muchas horas al día (cuando realizamos la entrevista está soplando una ‘castaña’ importante y el mar anda movido). Solo puedo decirle que estamos muy contentos. Y más detalles, como comprenderá, no le puedo dar. Los AC75 son barcos hechos para navegar en un campo de regatas entre boyas, con mucha maniobra y el objetivo no es la velocidad punta. Están hechos para ganar regatas teniendo en cuenta las condiciones del viento, y en Barcelona el viento es diferente en agosto que en octubre.
¿Le preocupa la ola de Barcelona?
A mí lo que realmente me preocupa es la noche de Barcelona (se ríe). No he podido estudiar mucho aún la famosa ola. Y, sí, estoy un poco ‘preocupado’ con la noche, con la fiesta que hay en su ciudad, las posibles distracciones. Solo espero que los miembros de mi equipo se vayan a casa tras largas jornadas de trabajo en el mar, y no salgan por la noche. Que descansen. Espero conseguirlo (más risas).
¿Qué rol va a desempeñar el joven Marco Gradoni, revelación en la Regata Preliminar de Jeddah (Arabia Saudita) en noviembre?
Marco es uno de los timoneles potenciales del equipo. Es una suerte podar contar con un talento como el suyo en el equipo. Tenemos tiempo para que se vaya fogueando y acostumbrando en este papel, y esté al nivel de Ruggero (Tita) o Jimmy (Spithill). Tenemos timoneles muy rápidos desde el punto de vista técnico y que sacan mucho provecho a los barcos como demostraron con los AC40 en Jeddah.
Con ganar la Louis Vuitton Cup no tienen suficiente...
El problema es que para ganar la Jarra de las Cien Guineas antes debes conquistar la Louis Vuitton Cup.
¿Cómo valora la organización por primera vez de una Copa América femenina y de la Youth Cup?
Es una gran oportunidad para los jóvenes y el paso transitorio de la prueba pequeña a la grande. La Copa América de jóvenes será muy importante para futuras generaciones de regatistas.
¿Echa de menos un Desafío Español?
Pues sí, la verdad, porque cuantos más sindicatos hayan en competición mejor para la Copa y más revaloriza el triunfo. Uno de los ‘inconvenientes’ que tiene la nueva Copa América es la complejidad de los barcos, y que cueste encontrar a la gente adecuada: diseñadores, ingenieros, regatistas, sponsors…Pero el hecho de que la America’s Cup se celebre en Barcelona será un buen trampolín para el futuro de esta clase. Y si la gana Luna Rossa Prada Pirelli espero ver un equipo español en la próxima edición en Italia