GARITANO VE QUE HAY FUTURO
El nuevo técnico de la Real debuta oficialmente como testigo directo del partidazo del Sanse La eliminación no empaña la actuación de un equipo al que apoyaron Prieto, Illarra u Oyarzabal
Pocas veces un debut oficial puede traer aparejada una satisfacción más íntima. No fue a costa de una victoria de relumbrón, fue algo casi mejor. Pocas cosas generan en un club de cantera un sentimiento de pertenencia mayor, una sobredosis de orgullo, que la constatación de que existe futuro. De que la sucesión está garantizada. Ahora que se habla de cambio generacional en el seno de la Real Sociedad, el nuevo inquilino del banquillo de su primer equipo, Asier Garitano, fue testigo directo de que en el que es su club desde el pasado jueves la sucesión está absolutamente garantizada. Ahora está en su mano ponerla en marcha.
El entrenador de Bergara se estrenó públicamente en el cargo de entrenador de la Real asistiendo desde la grada al partido que el Sanse disputó ayer por la tarde en Zubieta ante el Fuenlabrada y que, finalmente, derivó en la eliminación del filial txuri urdin de las eliminatorias de ascenso a Segunda División. El doble valor de los goles fuera de casa (1-1) tras el 0-0 de la ida, la falta de fortuna -Olaizola y Gorostidi enviaron sendos balones a los palos- y un arbitraje muy canalla -birló un penalti clamoroso a Capilla en el 118 ya con 1-1- provocaron el final de temporada anticipado del equipo nodriza txuri urdin que, lejos de estar triste, poco tiene que reprocharse. El nuevo entrenador de la Real vio con sus propios ojos que uno de los criterios que tendrá que tener en cuenta a la hora de confeccionar la plantilla de la próxima temporada es el potencial existente en un segundo equipo que, de alguna manera, le vino a decir al nuevo ‘jefe’ aquí estamos nosotros.
Acompañado por Roberto Olabe, Asier Garitano accedió a la abarrotada grada del José Luis Orbegozo en la que casi nadie se quiso perder la gran cita. Además de una mayoría de los miembros del Consejo de Administración (Oyarzun, Ubarrechena, Uranga, Ibarburu...), con el presidente Jokin Aperribay al frente, referencias de la primera plantilla como Xabi Prieto, Asier Illarramendi y Mikel Oyarzabal volvieron a demostrar el ejemplar papel que juegan en este club y también estuvieron en la grada, apoyando al Sanse. Simbólico y remarcable el comportamiento del joven eibartarra, aprendiendo a la sombra de los dos grandes emblemas del momento del club, heredero sin duda de los mejores valores de la Real. Sería magnífico que pudiera desarrollar la todavía larguísima carrera que tiene por delante como txuri urdin.
Steve Nash, entre los asistentes
Garitano tuvo la oportunidad de departir ligeramente con los que ya son sus nuevos futbolistas, pero sobre todo tuvo ocasión de anotar el desparpajo y el recorrido de Andoni Gorosabel y Alex Sola por la banda derecha, la elegancia, el aplomo y la majestuosa solvencia de Ander Guevara en el eje del juego, la capacidad para enredar con calidad en la media punta de Eneko Capilla, la llegada y la fortaleza de Iker Olaizola, el buen comportamiento general de los dos centrales, Lapeña y Le Normand y el derroche, ayer algo falto de control, de Luca Sangalli cuando compareció en la segunda mitad. Son sólo algunos de los nombres que bien pudieron quedar fijados en la libreta del nuevo entrenador de la Real. Bien pudieron se otros. Porque este Sanse ha completado una soberbia temporada que en absoluto queda empañada por esta eliminatoria en la que ha exhibido argumentos de sobra para optar a algo más.
El partido tuvo tal envergadura que hasta en las gradas de Zubieta se pudo ver a Steve Nash, mítico exbase de los Phoenix Suns, Dallas Mavericks y Los Angeles Lakers. El canadiense, en la actualidad, es consejero delegado del Mallorca que, en buena lógica, ascenderá hoy a en Miranda de Ebro a Segunda (ganó 3-1 en la ida). El Sanse ya no optará a esa gesta, pero no será porque no lo intentó. Se dejó la vida en ello. ¡Bravo!