MISIÓN CUMPLIDA
El Barça empató a cero ante la Juve, un resultado que le permite lograr el pase a octavos de final como primero de grupo Valverde reservó de inicio a Leo Messi y los azulgrana alcanzaron su objetivo con mucho oficio pero con poco brillo
El Barça empató a cero en Turín ante la Juve y logró de esta manera certificar su pase a los octavos de final y como primero de grupo. Segundo empate sin goles consecutivo en Europa, en un choque gris que empezó sin Messi y en el que los dos equipos apenas generaron ocasiones claras de gol. Un encuentro soporífero, en el que los azulgrana alcanzaron su objetivo con mucho oficio, pero con poco brillo.
El partido empezó marcado por la suplencia de Messi, a priori una decisión técnica de Valverde pensando en el partido de Mestalla. Sin el argentino, el técnico dibujó un 4-4-2 con Luis Suárez y Deulofeu en punta, con un poblado centro del campo reforzado por el músculo que aporta Paulinho, fichado precisamente para evitar debacles como la que sufrió el Barça la temporada pasada en Turín.
La fórmula sirvió para evitar ser arrollados en el siempre eléctrico inicio de duelo de la Juve, pero la primera parte del encuentro de anoche no pasará a la historia del fútbol. Sin Messi, el Barça fue un equipo vulgar, competitivo pero sin apenas ideas, en el que las penetraciones de Semedo por la derecha eran las únicas que inquietaron levemente a la defensa juventina.
El Barça sobrevivió al fulgurante arranque de la Juve, que tuvo dos ocasiones en los primeros minutos gracias a un rapidísimo Douglas Costa, pero que topó con Ter Stegen, segurísimo un día más. La única ocasión clara del Barça en la primera mitad llegó casi por accidente. Iniesta robó un balón y cuando se marchaba hacia el marco de Buffon fue derribado por Pjanic. La falta era muy lejana, Rakitic la colgó al corazón del área y el centro se fue envenenando hasta estrellarse en el poste tras no encontrar rematador. Fue la única acción en la que los azulgrana pusieron en aprietos a Buffon durante los primeros 45 minutos.
Fue una primera parte plagada de imprecisiones, con muchos balones perdidos y con
Luis Suárez totalmente aislado.
El uruguayo sólo completó nueve pases en 45 minutos, menos que ningún otro jugador, y todas sus acciones se localizaron fuera del área. Justo antes del descanso, Dybala remató alto tras una buena acción individual.
La segunda parte arrancó sin cambios, pero con Leo Messi ya calentando en la banda. El Barça salió con más ímpetu y nada más reanudarse el partido Suárez obligó a Buffon a desviar un lanzamiento de falta directa. Los azulgrana recuperaron el balón y empezaron a ganar metros hacia el marco de Buffon, mientras Messi se preparaba ya para ingresar en el terreno de juego.
En el minuto 55, empezó otro partido, ahora ya con Messi en el campo. El argentino sustituyó a Deulofeu y tenía por delante 35 minutos
para cambiar el encuentro, aunque el empate también le servía al Barça. Con el refuerzo anímico que supuso contar con el argentino, mejoró la imagen azulgrana, que aunque seguía sin apenas inquietar a Buffon, al menos se hizo con la posesión del balón y el partido se trasladó a las inmediaciones de su área. Lo probó Messi de falta directa tras una buena combinación con Suárez, pero su disparo salió ligeramente desviado.
Y minutos después Digne se ‘asustó’ al verse frente a Buffon y no acertó ni a chutar ni a asistir a Suárez. Con el paso de los minutos, el juego azulgrana iba mejorando, Messi e Iniesta empezaban a conectar y la Juve se sentía acorralada. Pero se trataba de un dominio infructuoso, insuficiente para generar alguna ocasión de gol.
Valverde pareció conformarse con el empate a cero y sentó a Iniesta para dar entrada a Alba y colocarlo por delante de Digne, pese a tener a jugadores en el banquillo como Denis o Alcácer. El fútbol desapareció de nuevo hasta el minuto 91, cuando surgió Dybala. El argentino conectó un potente disparo con la zurda, pero Ter Stegen respondió con un paradón. Exceptuando el remate accidental de Rakitic, fue prácticamente la primera y última ocasión de gol clara del partido. Al final, 0-0 y el Barça ya está en octavos como líder del grupo. En parte, gracias a Ter Stegen y su mano final salvadora