La diferente vara de medir de la FIFA
El castigo de cuatro partidos impuesto de oficio por parte de la Comisión de Disciplina de la FIFA a Leo Messi supera de largo a otras sanciones, incluidas agresiones. Por ejemplo, el famoso cabezazo de Zidane a Materazzi en la final del Mundial de 2006, que le costó al francés la expulsión del partido y luego una sanción de tres encuentros. Finalmente, la pena fue conmutada al retirarse el entonces centrocampista de la selección ‘bleu’. A cambio, se le impuso “trabajos humanitarios”.
Otra agresión que dio la vuelta al mundo la sufrió Luis Enrique en un España-Italia del Mundial de 1994. El actual entrenador del Barça recibió un codazo alevoso por parte del italiano Tassotti, que le rompió la nariz. La FIFA actuó de oficio, suspendiendo al italiano por ocho partidos. Lo curioso es que el árbitro, el húngaro Sandor Puhl, fue premiado con la final del Mundial, pese a no expulsar a Tassotti.
El camerunés Alex Song fue sancionado con tres partidos por el Comité de Disciplina tras verla roja en 2014 tras dar un codazo a Mandzukic.
El italiano Daniele de Rossi recibió una sanción de cuatro partidos por romperle la cara de un codazo al estadounidense Brian McBride en el Mundial 2006. La FIFA le sancionó cuatro partidos. Otros cuatro partidos le cayeron a Leonardo, de Brasil, por agredir al estadounidense Tab Ramos en el Mundial de 1994.
La FIFA fue singularmente dura con Luis Suárez, al castigarle con 9 partidos y 4 meses por un mordisco a Chiellini que no vio el árbitro durante el UruguayItalia del Mundial 2014.
Otra reciente actuación de oficio de la Comisión de Disciplina fue contra el chileno Eduardo Vargas. En enero de 2016, Vargas recibió dos partidos de sanción por un gesto obsceno a la tribuna. En el mismo año, en septiembre, al chileno Gary Medel le cayeron cuatro partidos al ser expulsado ante Paraguay y reflejarse en el acta arbitral que dijo “a viva voz ‘Argentinos hijos de mil putas’”.
En otro caso muy recordado fue la Conmebol quien castigó con tres partidos al chileno Jara por introducirle un dedo en el ano a Cavani en la Copa América 2015