PISANDO FUERTE
La generación del 95, subcampeona de España juvenil, está derribando la puerta del primer equipo Odriozola, Bautista, Guridi y Bardají pueden convertir su quinta en la mejor representada
La Real presentó el sábado pasado una alineación en la que había tres jugadores nacidos en el año 1995: Guridi, Bautista y Odriozola representaban en Gasteiz a la generación que en 2014 fue subcampeona de España juvenil en una campaña en la que, entrenados por Jon Mikel Arrieta, estos futbolistas acompañados por otros que también están en el primer equipo (como Bardají), lo rondan (Merquelanz o Luca Sangalli) o están cedidos (Capilla) compaginaron la liga con la Youth League. En el torneo continental avanzaron hasta octavos de final. Ahí fueron eliminados por el Schalke 04 de Leroy Sané, en Anoeta.
El portero es a día de hoy del primer equipo, Odriozola lo será la próxima campaña porque la Real ya trabaja en un contrato profesional para él y Bautista, casi con total seguridad, también tendrá un dorsal inferior al 25 a partir de julio. Si a estos dos les acompañara en plantilla 17/18 Jon Guridi (a la espera de lo que pase con Capilla, cedido el pasado verano al Numancia con el cartel de jugador de primer equipo), la quinta del 95 ya sería la más representada de la Real.
Jokin Aperribay no se cansa de repetir que para el club txuri urdin es un enorme éxito que llegue a jugar en Primera División uno de los 3.000 varones que nacen cada año en Gipuzkoa. Es decir, un jugador de la Real por generación: pues bien, que la del 95 pisa fuerte queda evidenciado en el hecho de que el pasado sábado jugaran en Gasteiz tres futbolistas de dicha camada.
Cuesta mucho dar con una quinta tan prolija en la cantera realista. En este momento, la que mejor representada está en el primer equipo de la Real es la de 1986, que cuenta con cuatro futbolistas: Toño, Markel, Zurutuza y Carlos Martínez. Claro, que esta generación tiene la peculiaridad de que dos de los cuatro no son de Gipuzkoa, con lo que se salen de la estadística que defiende el presidente. Todos los del 95 que han asomado o están a las puertas de hacerlo son guipuzcoanos: Bardají (Lasarte), Odriozola (Donostia), Bautista (Errenteria), Guridi (Azpeitia), Merquelanz (Irun) y Luca Sangalli (Donostia). Lo que habla de lo extraordinario de los nacidos en aquel 1995, que en lo txuri urdin quedó marcado por el 5-0 sobre el Athletic de Bilbao. Hoy, 22 años después, el equipo realista recibe el fruto de aquella camada.
No son los más jóvenes
Pese a que había muchas esperanzas depositadas en ellos desde que alcanzaron la final de la Copa de Campeones juvenil (torneo que disputan los campeones de la División de Honor de cada grupo), ninguno ha debutado en edad demasiado precoz en el primer equipo. El primero del 95 en hacerlo fue Eneko Capilla, que se estrenó con David Moyes, ante el Levante (3-0). Jugó el descuento el 1 de mayo de
2015, a punto de cumplir 20 años. Ahora, cedido en el Numancia, suma 23 encuentros en Soria con los que trata de ganarse el derecho a formar parte del primer equipo.
Bautista debutó un año más tarde, ante el Villarreal, a punto de hacer 21 y Álvaro Odriozola ya los había cumplido cuando se estrenó en Málaga. Curiosamente no se ha estrenado con los mayores el único jugador de la camada que pertenece a la disciplina del primer equipo: Ander Bardají.
Más jóvenes se han estrenado dos de los integrantes de otra quinta con pinta de ser importante en la Real a medio plazo: la del 97. Mikel Oyarzabal es parte esencial del primer equipo e Igor Zubeldia debutó la pasada campaña con 19 años recién cumplidos. El azkoitiarra aguarda en el Sanse.
Entre estas dos generaciones está la del 96, cuyo máximo exponente es Srdjan Babic, cedido en el Reus, aunque fue fichado para el Sanse tras destacar con Serbia en el último Mundial Sub-20