La hora de dar el golpe
La Real se viene ganando a pulso desde octubre la etiqueta de favorito para ocupar, como mínimo, una de las dos plazas que dan acceso a la Europa League. Sus cifras desde entonces son intimidatorias: 31 puntos en 14 partidos, gracias a 10 victorias y un empate, y sólo tres derrotas. Eso le ha otorgado una estabilidad que ninguno de los demás opositores ha podido alcanzar: desde el 22 de octubre no ha caído de las seis primeras posiciones y ha pasado más semanas en al quinta plaza que en la sexta. Pero, si bien ya hemos superado el ecuador de la Liga, quedan aún 16 partidos que son más que suficientes para acabar la temporada con una sensación distinta a la que disfrutamos ahora. A lo largo de un curso hay momentos clave, tramos del calendario que marcan el resto de la competición y la Real entró de lleno en uno de ellos en Cornellà. Y lo hizo a lo grande. No se puede decir que se ‘quitara de encima’ al conjunto periquito para el resto de la temporada, pero le obligará a hacer una segunda vuelta de altos vuelos si quiere superar al equipo txuri urdin. Ahora, en Anoeta, la Real tendrá de forma sucesiva la oportunidad de hacer lo propio con Villarreal, Eibar y Athletic. Si los txuri urdin fuesen capaces de sacar esos duelos, más allá de superar la barrera de los 50 puntos, se harían con una ventaja sobre sus perseguidores que les dejaría con un pie en Europa. Los tres encuentros son en Anoeta y quizá sean los más complejos y trascendentes de cuantos quedan en el estadio -luego tendrán que pasar cinco de los siete últimos por aquí-. Ninguno de los tres es a deshoras, con lo que parece el momento idóneo para, entre equipo y afición, generar el clima perfecto para dar un golpe definitivo hacia el objetivo que corone la campaña en la que estamos volviendo a disfrutar