Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
La hora de Gaizka Garitano
Desde principio de temporada me habrán leído aquí o me habrán escuchado pedir tranquilidad para Berizzo. Pensaba que había que darle tiempo y confianza para encontrar su camino
Tras el batacazo ante al Levante dejé de creer como otros muchos. Ya nadie se imaginaba a este equipo reaccionando de la mano del argentino. Los jugadores habían demostrado estar con el entrenador, no era una cuestión de actitud como se vio reflejado en la primera parte ante el Levante, pero se han disputado catorce jornadas y los números no mejoraban, sino todo lo contrario.
Esto no quiere decir que Berizzo sea un mal entrenador, pero las cosas a veces no salen. Mendilibar es un gran míster y se la pegó con el Athletic. Lo importante era reconocer los síntomas para atajar la enfermedad. Sigo pensando que este declive del equipo iba más allá de un nombre propio, lo mismo que la pasada campaña no toda la culpa era de Ziganda.
En las últimas temporadas estaba dando muestras evidentes de desgaste, aunque no sospechábamos que hasta tal punto. Ese análisis más profundo requiere de tiempo que es, precisamente, lo que le falta al equipo. Tiempo para cambiar de rumbo, tiempo para que Garitano adopte medidas, tiempo para elevar la moral de los jugadores, tiempo para buscar líderes en la caseta, tiempo para mejorar las prestaciones en las dos áreas, tiempo.
Entiendo que Urrutia estaba ante una situación delicada. La fecha electoral parecía ayudarle a llegar a su final de mandato sin tener que tomar una medida drástica. No haber tomado la decisión de cambiar de técnico hubiera sido negligente. El presidente de la comisión gestora siempre repetía que ellos estaban en el Athletic para tomar decisiones y era el momento de tomarla.
Con los estatutos en la mano estaba legitimado. Hubiera sido un detalle por su parte haber consultado a los dos precandidatos la decisión y el posible futuro del míster. Garitano toma los mando, aunque no sabemos si de forma provisional o permanente