Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Un juego sensato
Así afrontó ayer el Athletic su partido copero ante el Huesca en San Mamés en el partido de ida de la presente eliminatoria, con sensatez.
Con la tradicional línea de cuatro atrás, Berizzo decidió un doble pivote muy equilibrado entre Beñat y San José para que Williams por derecha, Guruzeta por la izquierda y Muniain por dentro conformasen la línea de tres por detrás de Aduriz.
El 1-4-3-3 utilizado hasta la fecha daba paso a un 1-4-23-1 mucho más equilibrado, profundo y claro en sus intenciones de juego.
La sensación que se respiraba desde el inicio era la de que el equipo se ubicaba tanto en nombres como en las posiciones ocupadas por cada uno de ellos de manera muy racional.
Los frutos comenzaban a recogerse en cuanto los rojiblancos comenzaron a explotar los flancos exteriores, sobre todo el derecho con un trabajador De Marcos y un profundísimo Williams.
La banda derecha del Athletic fue un puñal durante todo el primer tiempo, convirtiéndose además Aduriz en el rematador que los bilbaínos necesitan para remontar en su juego.
Apoco que se enviaban balones aéreos al área rival, el peligro se intuía una vez tras otra, mientras Guruzeta intentaba trazar diagonales desde la izquierda a pie cambiado.
Mucha pegada demostró el Athletic en la noche de ayer, aspecto que hasta la fecha le estaba faltando en todos y cada uno de los encuentros que lleva disputados, a la par de ser capaz de mantener su portería a cero con un buen Unai Simon bajo palos.
El segundo tiempo transcurrió con mucho más control y sensación de dominio que de profundidad alguna, únicamente agitada por un buen gol de Beñat de falta directa.
Argumentos tiene de sobra el equipo para salir de la situación liguera en la que se encuentra. Tan solo hace falta utilizar esos mismos recursos con el máximo de eficacia.
Fue quizás la correcta ubicación de los futbolistas elegidos para cada posición el elemento fundamental que pareció pulsar la tecla correcta para un Athletic muy necesitado de buenas noticias.Una buena senda a seguir