Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
La gestora tiene potestad para cerrar una renovación
Los estatutos dan luz verde porque dicen que debe trabajar para “proteger los intereses del club”
El pasado jueves, 15 de noviembre, el presidente y la totalidad de los miembros de la junta directiva del Athletic presentaron la dimisión de sus funciones y, en cumplimiento de lo que establece el artículo 68 de los estatutos sociales del club, se constituyó una comisión gestora formada por Josu Urrutia, Javier Aldazabal, Jon Muñoz, Jokin Garatea, Ignacio PalaciosHuerta, Laura Martínez, Elaia Gangoiti y Genar Andrinua.
Era el primer paso para abrir el proceso electoral que desembocará en la jornada de votaciones del próximo 27 de diciembre, siempre en el caso de que haya más de un candidato a la presidencia del Athletic.
Pero la duda que surge, una vez hecha pública la renovación de Iker Muniain hasta 2024 sin cláusula de rescisión, es si la comisión gestora tiene potestad para cerrar una ampliación de contrato de un futbolista de la plantilla rojiblanca.
El propio artículo 68 de los estatutos del Athletic aclara que la gestora, que actuará como “junta directiva en funciones”, debe ejercer en este periodo transitorio “las funciones de gobierno, administración y representación que corresponden a la junta directiva, limitándose a los actos necesarios e imprescindibles para el mantenimiento de las actividades normales del club”.
Este texto podría dar a entender que la comisión gestora, además de convocar las elecciones, se debería limitar a procurar simplemente que el club continúe funcionando, sin tomar otro tipo de decisiones de mayor calado. Pero el mismo artículo tiene una coletilla final en la que señala que la gestora también debe trabajar por el club “para la protección de sus intereses”. Ahí se podría incluir el factor de que, a pesar de ser una junta en funciones, esta comisión debe hacer todo lo posible por concretar asuntos que van en bien de la entidad.
Y, así, ese punto daría luz verde a cerrar un tema como la renovación de Muniain, ya que era una negociación abierta entre el club rojiblanco y un jugador considerado estratégico, que debía cerrarse antes de final del año para evitar que a partir de enero el futbolista navarro tuviera la opción de hablar con otros clubs