Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Raúl García y diez más
Ipurua pitaba al colegiado Del Cerró
Grande por señalar una falta, clara a mi juicio, al borde del área en contra del Eibar. Minuto 93. Juncá sujetaba hasta derribar a Raúl García y la gente se temía lo peor. Silbaba para alejar el miedo porque se temían lo que finalmente ocurrió. No acertó Beñat a transformar el libre directo, o sí. Hasta que no se instaure el vídeo arbitraje no saldremos de dudas con las jugadas dudosas como la que sacó Yoel sobre la raya de gol.
El 70% del público respiraba, el restante era rojiblanco. Los leones pedían ‘bakalao’ y en esas, el rechace defensivo le cae a Raúl García. Mal cliente para los locales. Sin dejarla caer, antes de que reaccione el portero, remata de primera y anota su duodécimo gol de la temporada, octavo de Liga. Siete de ellos a domicilio, superando su registro goleador de la temporada pasada.
Igual que en Riazor, Los Cármenes o Anoeta.
Sus goles fuera son casi siempre sinónimo de victoria. Contrasta, por ejemplo, con los dos anotados a domicilio por Aduriz, mucho más certero al abrigo de su público. Raúl García volvió a dejar muestras de su calidad. Su primer remate, también a la primera a centro de Balenziaga, se estrelló contra la madera. Dos no yerra el Clint Eastwood rojiblanco. Sin perdón. Del medio punta navarro nos quedamos generalmente con el tra- bajo y la intensidad de su juego. Craso error. Es uno de los jugadores más técnicos de la plantilla. Su repertorio de remates es inagotable. Antes de que le llegue el balón ya tiene decidida la siguiente jugada, va siempre un segundo por delante de todos. Un futbolista imprescindible en este equipo.
Superioridad desaprovechada
Un gol lo cambia todo. Así es el fútbol de justo o injusto. La victoria era fundamental para recuperar la sexta plaza y seguir dependiendo de sí mismos en la recta final de la temporada. Se logró.
Pasemos página, o no. No debemos olvidar que el Athletic jugó 35 minutos con un jugador más por la auto expulsión de Escalante y prácticamente no se notó. Mucho mérito del rival, de acuerdo, pero los leones se atascaron. No supieron circular rápido el balón para encontrar los espacios. La obligación de ganar con uno más le pudo pasar factura. Mejor aprender la lección con los tres puntos en el casillero.
Algunos lo llaman suerte, otros la flor de Valverde y para muchos es simplemente calidad. El Athletic tiene una serie de jugadores desequilibrantes que marcan la diferencia. Aduriz no tuvo su día, pero afortunadamente no es el único jugador capaz de decidir un choque igualado.
Ahora hay que centrarse ya en el duelo de mañana contra el Betis. Estamos en una semana clave que ha arrancado con triunfo. Ante el equipo de Víctor Sánchez no se puede fallar. Los béticos ya están salvados y ese factor puede jugar a favor del equipo local, que debe demostrar que sí se juega las habichuelas. Es cierto que no te puedes fiar de nadie, pero un Betis salvado y un Celta pensando en la semifinal europea ante el United parece una ocasión magnífica para dejar casi cerrada la plaza europea.
El Eibar da la sensación de haber perdido su último tren, como el Espanyol, y todo indica que entre Athletic, Villarreal y Real se van a repartir de la quinta a la séptima plaza. Los leones quieren sellar su billete europeo antes de visitar el Calderón la última jornada. La quinta plaza sigue siendo el objetivo